El concejal del PP Roberto Relova denunció ayer que durante la representación el jueves de la ópera Tosca se produjeron numerosas quejas de espectadores por las colas para comprar las entradas y la falta de calefacción en la sala principal. El edil criticó que "no existe ningún control sobre la concesionaria, ni en el servicio que presta ni en la calidad de la programación, a pesar de la ampliación del contrato y la inyección municipal de cinco millones de euros".

Relova afirma que un buen número de espectadores asistieron "atónitos" a la representación "tanto por las condiciones de la sala como por la propia obra en sí, que fue muy mala". "Lo ocurrido es muy grave. La sala principal carecía de calefacción pese a la baja temperatura imperante, y hubo espectadores que tuvieron que esperar más de una hora ante las taquillas para obtener su entrada", lamentó el edil.

Espectáculo "chabacano"

El concejal también arremete contra la programación al hilo de la calidad de la ópera, en su opinión muy baja. "Parece mentira que un espectáculo tan chabacano pueda tener cabida en un recinto como el Auditorio Mar de Vigo", recalcó. Para Relova "todo lo que ocurre es lamentable y patético, pero lo peor es que es el fiel reflejo de lo que pasa con la política cultural del alcalde, que ni se preocupa ni se interesa".

El edil también reprueba que "nada se ha hecho para dotar a la sala de foso orquestal y de concha acústica" y resalta a renglón seguido que "ahora se descubre que deben ser operarios de las compañías quienes muevan el telón a mano". Los populares censuran que el Concello "no tiene control alguno sobre las concesionarias" y sostienen que "esta situación alcanza también a la empresa que gestiona el Auditorio Mar de Vigo".