La amenaza de supresión del servicio de teleasistencia domiciliaria por falta de financiación pública se hace realidad. El Grupo Eulen, que realizaba el seguimiento de entre 560 y 590 mayores de Vigo, empezó ayer a recoger de forma progresiva las alarmas electrónicas con las que estos usuarios podían alertar a una centralita en caso de enfermedad o accidente doméstico. La retirada de la ayuda del Imserso y la decisión de la Diputación de Pontevedra de cubrir con su parte del presupuesto -un 35% del total- solo a los municipios de menos de 20.000 habitantes, dejan a la ciudad olívica sin un servicio que permitía a docenas de mayores mantener su autonomía en casa bajo cierta supervisión. El Concello se niega a asumir el coste de lo que define como "un recorte de Rajoy". El Gobierno central sufragaba desde 1998 dos terceras partes del millón de euros que costaba el programa.

El contrato con la empresa finalizó el 31 de diciembre y desde esa fecha personal de Eulen estuvo contactando con cada uno de los usuarios para informarles de la extinción de las ayudas públicas y de la posibilidad de contratar de forma privada el mismo servicio por 244,4 euros anuales. Hay usuarios que solicitaron unos días de margen para consultar la decisión con sus familiares o cuidadores y otros que ya confirmaron su renuncia al dispositivo.

Es por este grupo por el que ayer se empezó a replegar el servicio. " Ya están avisados todos los clientes y hoy mismo -por ayer- empezamos a recoger las alarmas y pulseras electrónicas en los domicilios. Nos ponemos de acuerdo con ellos y un técnico recoge los dispositivos y los lleva a un almacén. El primer día se programó la retirada de treinta telealarmas y cada jornada seguiremos poco a poco con la recogida", explicaron responsables del Grupo Eulen en Vigo.

A los indecisos no se les ha puesto una fecha límite, aunque se da por hecho que "a lo largo del mes" debe estar aclarada la situación de los casi 600 vigueses que se beneficiaban de esta ayuda. Según datos de la propia empresa, hasta ayer tenían confirmadas "en torno a cien personas que han decidido continuar de forma privada con la teleasistencia" y que recibirán atención en las mismas condiciones que hasta ahora. Suponen un 16% del total, aunque el volumen podría ampliarse. "Esto demuestra que el programa es muy necesario y para algunas personas el único recurso para avisar y estar cubierto en caso de emergencia", valoran desde Eulen, cuyo precio de 20,37 euros al mes es el mismo para toda Galicia con independencia del nivel de renta.

El servicio prestado mediante convenio entre la Diputación y el Imserso se reservaba para mayores de 65 años o discapacitados en riesgo psicosocial o físico que vivieran solos y tuvieran unos ingresos inferiores al 120% del SMI, que este año se fijó en 645,30 euros. Los que ahora decidan mantenerlo lo harán de forma privada salvo que más adelante se produzca un acuerdo económico entre la Diputación y el Concello que ahora parece inviable.