"El nuevo hospital de Vigo no se ajusta al diseño original aprobado y ya nace pequeño para atender a una población de 600.000 habitantes", asevera la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública. El colectivo ha constatado que, en el proyecto de ejecución, la zona asistencial ha perdido 16.000 metros cuadrados y el área de estacionamiento, otros 17.000. Calcula que, con ello, la concesionaria se ahorrará 32 millones de euros, lo que no se traduce en una rebaja del canon que deberá abonar la Xunta durante 20 años. "Diseñamos un hospital Audi, se está construyendo un Ibiza, pero se paga como Audi", ejemplifica el médico Hixinio Beiras. La Consellería de Sanidade lo desmiente. "La obra cumple estrictamente las condiciones de los pliegos contractuales", asevera y garantiza que la superficie construida es de "280.000 metros cuadrados".

El colectivo, que asegura tener respaldo documental de todo, acusa al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, de haber "hecho desaparecer un tercio del hospital" proyectado en 2008. A la eliminación del edificio exento (con el área de hospitalización de cuidados mínimos, la de investigación y docencia y el hotel para familiares), que ya no incluían los pliegos de contratación, se une la desaparición de 17.000 metros cuadrados de aparcamiento (de 4.350 a 3.600 plazas) y 16.000 de área asistencial, denuncia el colectivo (consultar gráfico).

Lo que más preocupa a los profesionales, cuentan, es la reducción en más de un 25% de Urgencias. La plataforma atribuye el aumento en el área quirúrgica a la inclusión de otros servicios que consideran que no deberían computar como quirófanos, como las unidades de parto. De hecho, aseguran que bajan de 36 a 20. Con respecto a la eliminación de la zona de cirugía mayor ambulatoria, Sanidade recuerda que la conselleira, Rocío Mosquera, que este servicio se mantendrá en el Meixoeiro.

En el desglose económico del proyecto de ejecución, el colectivo explica que la concesionaria del nuevo hospital reclama 8 millones de euros por sobrecostes en cimentación, así como otros 10,5 en concepto de "equipamiento no clínico". Calculan que esta cantidad se verá incrementada con el mobiliario fijo (encimeras, fregaderos, cabeceros...), ya que la partida no aparece todavía en el proyecto. "Lo hará en un futuro como sobrecoste por 11 millones más", vaticinan. En total 29 millones a mayores de los 281 en los que está estimado el coste de la obra.

Calidades

"Empeora sensiblemente el nivel de calidad constructiva y dotacional", añade SOS Sanidade Pública y argumenta que el objetivo de estos cambios es el mismo que el de la reducción de la superficie: reducir los costes para aumentar el margen de beneficio. Así, aseguran que la eficiencia energética del edificio, estipulada como de categoría A, pasa a ser B, entre otras cosas, por la merma de la calidad de los aislamientos, cerramientos y ventanas. Señalan que el grosor de la piedra que recubrirá la fachada pasa de 10 a 3 centímetros. Detectan también una "severa caída" de la calidad del pavimento, así como "una extensa lista de deficiencias" en los acabados de las diferentes salas. La Xunta replica que una oficina de control y supervisión se encarga de velar por el estricto cumplimiento de la calidad de la obra.

Además, la asociación subraya que en la Gerencia de Urbanismo del Concello no consta que el proyecto ejecutivo esté visado ni diligenciado, a lo que la concesionaria está obligada por la legislación vigente.

Por todo ello, SOS Sanidade Pública exige a la Xunta que recupere la concesión "a manos públicas". Explican que un grupo de expertos estudia si la adjudicataria ha vulnerado el contrato a través de estas reducciones de superficie y calidades. De ser así, la asociación se planeta adoptar medidas legales.

La CIG exige explicaciones por el cierre del servicio de esterilización del Xeral

El servicio de esterilización del Hospital Xeral permanece cerrado desde el mes de julio, según denuncia la Confederación Intersindical Galega (CIG), lo que está ocasionando la suspensión de intervenciones quirúrgicas de pacientes "que llevan meses e incluso años esperando por una operación".

La central sindical asegura que, a pesar de que el servicio lleva tres meses cerrado, todavía se comunican suspensiones de operaciones cuando el paciente ya está en el quirófano. Además, señalan que esto está repercutiendo en una sobrecarga del servicio de esterilización del Meixoeiro.

Los representantes sindicales recuerdan que estas instalaciones sufrieron una ampliación y renovación hace solo cuatro años. La CIG pide que no se malgasten los recursos sanitarios y que se garanticen las condiciones de seguridad y salud en las intervenciones. Exige a la Gerencia del Chuvi que ofrezca explicaciones ante esta situación.