El acto más solemne de la procesión se produjo durante la ofrenda floral en Porta do Sol, donde el obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, acompañado del cardenal emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, los miembros de la Cofradía del Cristo de la Victoria y de las autoridades, se dirigió a todos los vigueses para agradecerles su participación. Como ya es habitual, en una breve intervención de apenas cuatro minutos, el prelado infundió a los fieles un mensaje de optimismo ante la crisis y le pidió al Cristo "muy especial protección" para los mayores, los enfermos y los desempleados. A continuación, reproducimos la intervención íntegra del obispo: "En ti encontramos unos brazos abiertos de par en par que nos acogen incondicionalmente. Sabemos que en tu corazón cabemos todos y por eso te buscamos con la certeza de que nos acogerás contra tu pecho generoso.

Te necesitamos de un modo bien especial porque estamos pasando por tiempos recios. En los que tantos proyectos se nos han venido abajo. Tú sabes lo que está pasando en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestras empresas. Necesitamos tu ayuda para que recobremos las fuerzas y la ilusión para que volvamos a juntar nuestras manos para poner en pie un futuro esperanzador y abierto en el que quepamos todos. Destierra de nuestros corazones el egoísmo, aparta de nuestras vidas las viejas rivalidades, ayúdanos a aprender de nuevo juntos, a creer en la belleza y la bondad de la vida. Fortalece en cada uno de nosotros los valores esenciales de la vida, los pilares en los que se asentó la recuperación de nuestra sociedad en los momentos más difíciles de su historia.

--- NO TOCAR ---

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CUERPO DE LA CAJA

Ayuda a enfermos y parados en esta hora difícil de su vida", imploró

Te pedimos por nuestras familias, protege a nuestros mayores para que no nos falte su ejemplo y sabiduría en esta hora de búsqueda. Infunde talento y valentía a nuestros jóvenes para que acierten a abrir camino de progreso y solidaridad. Bendice a nuestros niños, que son el fruto más hermoso y prometedor de nuestros hogares. Y una súplica especial por los enfermos y los que no tienen trabajo. Ayúdalos en esta hora difícil de su vida. Ilumina a nuestras autoridades y dales la fuerza necesaria para vencer los grandes retos de nuestra sociedad en crisis.

Y una bendición muy especial para tu ciudad de Vigo y todos los devotos que hoy te acompañamos".