La que era hasta hace poco la mayor planta de gestión y tratamiento de materiales industriales de Galicia, Samper Refeinsa, ha dejado de operar en Sárdoma junto al Río Lagares, donde se implantó hace 22 años, para pasar a hacerlo en Mos. Un equipo de operarios completa estas semanas el traslado a medida que avanza el acondicionamiento de la nueva planta, que ocupa más de 20.000 metros cuadrados en el polígono de Veigadaña. Los terrenos de Vigo, según explican fuentes de la compañía, quedarán vacíos. Los dueños firmaron con el Concello en 2008 un convenio incluido en el Plan Xeral para transformar el ámbito y regenerar el espacio. En virtud del acuerdo la industria sería realojada dejando paso a un amplio corredor "verde" y una urbanización de 180 viviendas. El traslado de la planta, que el PXOM reubicaba en un parque de reciclaje proyectado en Bembrive aún sin construir, era una asignatura pendiente al estar en un lugar de importante valor ecológico, resolver la Gerencia de Urbanismo que la actividad no se ajustaba a la licencia por ocupar más superficie de la autorizada, y generar rechazo vecinal. A mediados de marzo concluirá la mudanza y Samper operará a pleno rendimiento en Mos.

La empresa, la mayor de gestión de productos férricos de Galicia, ha invertido 8 millones de euros en la nueva planta, más grande que la de Sárdoma y pionera en España por sus características y certificación ambiental (ISO 14.001). El crecimiento se traduce en más empleos en plena crisis. De un cuadro de 56 trabajadores subirá a más de 70. La maquinaria pesada fue trasladada en transportes especiales nocturnos hace unos meses y el proceso continúa. "Las oficinas ya han pasado a Mos y trabajamos con generadores a la espera de completar los trámites con Fenosa", exponen desde la firma, que se encarga de recoger, clasificar, densificar, compactar y cortar materiales férricos y no férricos y otros procedentes de actividades industriales como plásticos, madera o cartón para su reciclaje. La facturación ascendió a 39 millones en 2010.

La empresa opera en Sárdoma desde 1974. Durante quince años lo hizo en una parcela situada cercana al lugar en el que está asentado el hipermercado Alcampo de la avenida de Madrid. Después, en 1989, se trasladó a los terrenos que ahora quedan liberados. Allí ocupa 17.000 metros cuadrados de superficie y más de la mitad de la parcela está circundada por el río, que baja después por el contorno de la urbanización Aires hacia el parque de Castrelos.

El Plan Xeral engloba la parcela de Samper en un ámbito de 25.000 m2 que considera situado "dentro de la malla urbana", en una zona de expansión de la ciudad. El convenio suscrito entre la empresa y el Concello antes de la aprobación del PXOM plantea su realojo "en una localización adecuada dentro del término municipal". Ésta sería en Bembrive, dentro del llamado polígono de reciclaje, un área de 120.000 m2 reservada para agrupar a las empresas del sector. El Ayuntamiento se encargaría de aportar la parcela para una nave de 5.000 metros cuadrados. Por ahora el proyecto del parque no ha cuajado, pero el gobierno local quiere desde hace años recuperar esa zona del Lagares e instó a la empresa a trasladarse. La Gerencia de Urbanismo llegó a ordenar el precinto por no ajustarse a la licencia y el asunto acabó en los tribunales, que dieron un plazo para que la compañía, ya con la nueva instalación en obras, se reubicase.

"Estamos sacando el material de Sárdoma y según vayamos haciendo naves en Mos acabaremos el traslado. Estamos instalando una empacadora y ya trabajamos en Veigadaña. La empresa necesitaba crecer y teníamos que salir de aquella ubicación", comentan desde la firma de gestión de residuos. El polígono es de reciente creación y hay allí 23 empresas. Un problema administrativo con el vial de acceso desde la N-550 retrasa su inauguración formal.