Un estación "de primera", intermodal y que cumpla con "las necesidades adecuadas" para la futura llegada del AVE a Vigo. Ésta es la reclamación que aprobó ayer el pleno municipal y que se elevará al Ministerio de Fomento una vez que las dos empresas que se habían interesado en ejecutar el proyecto diseñado por el arquitecto norteamericano Thom Mayne (Corio y Grandi Stazioni) rechazaron continuar en el proceso. El grupo municipal del Partido Popular votó en contra. "Queremos una estación de primera como la de Madrid, Valencia, Sevilla o Zaragoza. No se puede minimizar la estación del mayor área metropolitana de Galicia. Es una obra viable y rentable y esta ciudad no va a permitir una estación cutre", advirtió el concejal de Fomento, David Regades.

Aunque el PSOE presentó la moción instando al Ministerio dirigido por Ana Pastor que mantenga la estación diseñada por el Premio Pritzker y a que explique por qué se retiraron las dos empresas, Regades admitió que éste se puede revisar. "Aceptamos que el proyecto de Mayne puede estar sujeto a cambios", expresó.

El BNG presentó una enmienda de sustitución en la que no citaba el proyecto del arquitecto norteamericano pero que sí exigía la construcción de un "verdadero centro intermodal", que Guixar se convierta en una estación de cercanías y que las administraciones elaboren los protocolos necesarios para dotar a Vigo de un sistema ferroviario de cercanías. El PSOE pidió que fuera complementaria, y no sustitutiva. Y así lo pactaron y votaron. "El debate no es sobre la estación de Thom Mayne, sino que ese proyecto dé respuesta a las necesidades. Aquí estamos acostumbrados a que los proyectos se queden en un cajón, unos por luchas políticas, y otros por su carácter personalista. Ojalá éste no sea otro. El debate es que Vigo necesita una estación, no un proyecto para que Caballero o el PP se cuelguen una medalla", criticó el portavoz nacionalista, Santiago Domínguez.

El líder del grupo municipal del PP, José Manuel Figueroa, manifestó que el proyecto de Mayne es "inviable técnica y económicamente" y acusó a David Regades de "justificar lo injustificable". "En un momento de crisis las empresas necesitan obra. Si este proyecto fuera realizable se presentarían todas y más, no solo dos. Ahora hay una licitación desierta, y eso fue lo que se encontró la ministra, que deshará el enredo y la ciudad tendrá la estación que le corresponde. El gran problema es que Vigo lleva gastados 8 millones de euros en maquetas de proyectos irrealizables como el Plan Nouvel, Moneo o Mayne", censuró Figueroa.

Regades defendió que el proyecto de Mayne (181 millones de euros) es "una oportunidad irrepetible" para Vigo y mostró su desconfianza por la renuncia de las dos firmas interesadas en ejecutarlo coincidiendo con el cambio del Ejecutivo central. "No mostraron su falta de interés hasta que llegó el nuevo gobierno del Partido Popular", dijo.