"No me arrepiento de lo que hice". El ciclista Óscar Pereiro se manifestaba así ayer nada más concluir un juicio en el que tuvo que sentarse en el banquillo al imputarle la Fiscalía una falta y pedirle el pago de 150 euros de multa por proferir presuntas expresiones injuriosas a un hombre que supuestamente se estaba masturbando desnudo ante su hijo y otros menores que se encontraban en la playa, acercándose además a los niños, conducta que provocó que otros padres y bañistas también se dirigieran hacía él para que dejase de molestar a los pequeños. "Se formó un caos de gente", coincidieron los testigos. El supuesto exhibicionista, José María B.R., policía local de 60 años, fue juzgado en la misma vista y se enfrenta a un año de cárcel por esta conducta obscena, así como a una sanción de 150 euros por injurias: alegó que "todo es mentira" y su defensa señaló que no se estaba masturbando, sino echándose crema, algo que los familiares de los niños rechazaron.

El juicio se celebró en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. En un banco estaba José María B.R. y en el otro Pereiro, así como otros dos familiares de menores que estaban aquella tarde con el deportista y a los que se imputaba inicialmente una agresión al supuesto exhibicionista. Unas lesiones que no vio acreditadas el fiscal, por lo que retiró la acusación contra ambos.

Coruxo

Los hechos sucedieron la tarde del 16 de agosto de 2010 en la playa de As Barcas, en Coruxo. El acusado de exhibicionismo estaba desnudo en una zona rocosa –que separa este arenal de otra playa nudista– y el ministerio público ve acreditado que se masturbó ante los menores "de forma provocativa", acercándose además a estos pequeños.

Uno de los menores que estaba jugando en las rocas era el hijo de Pereiro. "Vi como se masturbaba durante un tiempo prolongado delante de niños que solo tienen entre cuatro y ocho años", contó el ciclista sobre el presunto exhibicionista. La esposa del deportista ahondó en que, tras recriminársele la conducta en una primera ocasión, el hombre se acercó otra vez a los menores. "Vi como extendía la mano a uno de ellos y ya nos fuimos hacia allí; ¡como no íbamos a ir si ves que está molestando a niños pequeños! ", dijo esta mujer, que describió que en ese momento se formó un "caos": "Había muchos menores y mucha gente pero yo no vi a mi marido insultarlo; y nadie le puso la mano encima, que era para ponérsela, pero somos buena gente". Otro familiar de los niños ahondó: "Tuve unas palabras con ese hombre; le dije que no se metiese con los niños".

Los bañistas que estaban con los niños relataron que el exhibicionista adoptó entonces una actitud agresiva y que cogió una piedra. Pereiro contó que él y otro hombre tuvieron un "enfrentamiento" con él para retirarle la piedra con la que los "amenazaba". "Fue un acto de defensa", señaló, añadiendo que estaba "indignado" y "ciego" por lo que estaba ocurriendo pero que en ningún momento ni él ni ningún otro padre lo agredió. "Se masturbó ante los niños, a mi mujer le dijo ´guapita, ven aquí´...", contó. "Y hubo un aplauso general de toda la playa cuando lo detuvieron", añadió. La Fiscalía, en su informe final, señaló que mantiene la acusación de falta de injurias contra Pereiro por los presuntos insultos que podría haber vertido contra el exhibicionista ante el "enfado" por lo que vio hacer a ese hombre ante los menores.