El área metropolitana se hace cada vez más grande y solo en el último año ha logrado sumar 1.173 nuevos habitantes. Todos los municipios a excepción de Redondela y Nigrán contribuyeron a este aumento. Vigo, en concreto, gana 117 personas censadas y el padrón local alcanza ya las 297.241 personas. El dato más positivo de estos últimos resultados demográficos es que la ciudad regresa a su habitual senda de crecimiento después del retroceso sufrido el pasado año. Los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) generaron inquietud en la urbe olívica hace apenas doce meses al revelar una pérdida de doscientos residentes que la alejaban del objetivo de los 300.000 que le otorgaría dos nuevos concejales. Pero el censo definitivo del año 2011 que ayer publicó el Gobierno central corrige esta situación y revela un nuevo ascenso de la población viguesa que contrasta con los 19 empadronados que pierde A Coruña y, sobre todo, con las 671 personas que abandonaron Ourense en el último año.

Vigo es la ciudad gallega en la que nacen más niños y la que presenta un saldo vegetativo más positivo €diferencia entre partos y fallecimientos€, lo que le permite remontar la pérdida cada vez mayor de recién licenciados que buscan una salida laboral en el extranjero y el regreso a su país de origen de cientos de inmigrantes que llegaron al municipio antes de la crisis y ahora se ven obligados a retornar ante la falta de trabajo estable.

El incremento de población en el área metropolitana de Vigo se tradujo durante el último año en la incorporación cada día de tres nuevos residentes a alguno de sus 14 municipios. Su población conjunta se eleva ya a 480.459 personas y el aumento experimentado con respecto a 2010 se debe al empuje de los municipios de Salceda de Caselas y Cangas, que ganan respectivamente 217 y 208 habitantes, confirmando así su crecimiento de los últimos ejercicios.

El comportamiento demográfico de O Morrazo sigue siendo muy positivo y entre los municipios de Cangas y Moaña suman actualmente 45.457 vecinos, trescientos más que en el anterior recuento realizado por el INE. También la zona del Val Miñor se mantiene en continuo crecimiento gracias a los buenos datos de los concellos de Gondomar y Baiona, que ganan alrededor de un centenar de vecinos cada uno. Este ascenso tiene más valor aún teniendo en cuenta la caída que por segundo año consecutivo experimenta Nigrán, que se queda con 17.879 residentes.

En el medio de la tabla pero contribuyendo igualmente al crecimiento del área metropolitana se sitúan Porriño y Salvaterra. El municipio gobernado por Nelson Santos ganó 124 vecinos durante el último año mientras que Salvaterra acogió a 90 nuevos residentes. Fornelos de Montes y Pazos de Borbén, los concellos más pequeños de la zona, mantienen su población estable y se sitúan respectivamente en 2.002 y 3.192 habitantes.

El sur de la provincia de Pontevedra gana población con las únicas excepciones mencionadas de Nigrán y Redondela. El primero de estos municipios pierde 30 vecinos y su censo es de 17.879, mientras que el segundo se deja 61 aunque mantiene el listón de los treinta mil (30.006). No hay grandes movimientos en el entorno de Vigo y la mejor noticia para los 14 municipios de su área de influencia es que mantienen su atractivo para que se instalen tanto familias de la provincia como de otras zonas. Así lo demuestran el hecho de que este grupo de 14 ayuntamientos ganase con respecto a 2010 un total de 1.173 nuevos habitantes, por encima de los 1.079 que de forma conjunta creció el censo de toda la provincia gracias al influjo de la zona sur.

Más mujeres

Las provincias del Eje Atlántico ganan población a costa de las zonas de interior y este crecimiento que deja a Pontevedra con 963.511 habitantes consolida una mayoría creciente de mujeres. Hay treinta mil más que hombres en toda la provincia y esta situación se traduce de forma exacta a Vigo, donde en el último año retrocedió ligeramente el número de hombres mientras seguía en ascendo el de mujeres hasta las 155.603.

Uno de los datos más positivos del último padrón del INE es que Vigo vuelve a crecer en un año en un contexto de comportamiento errático con grandes diferencias entre las siete urbes gallegas. La ciudad olívica ganó 117 vecinos con respecto a 2010, Lugo 372, Santiago 383 y Pontevedra, que fue la ciudad con mejor comportamiento, acogió a 383 nuevos vecinos elevando su censo hasta las 82.400 personas. En el otro extremo se sitúan las ciudades de Ferrol y Ourense, que perdieron más de 600 empadronados cada una, y A Coruña, que retrocede apenas en 19 vecinos pero resulta significativo porque lo hace en una coyuntura en el que su provincia crece.