Las notificaciones de ciertas resoluciones o requerimientos judiciales o las citaciones para comparecer por ejemplo en una vista oral no siempre llegan a los ciudadanos vía correo. En numerosas ocasiones las entregas de estos documentos en domicilios particulares, empresas, despachos de abogados o en cualquier tipo de establecimiento tienen que hacerlas de forma personal los funcionarios de los juzgados. Y en los tribunales de Vigo gran parte de esta labor se centraliza en el Servicio Común de Notificaciones y Embargos, que es el que comunica las resoluciones de los juzgados de Primera Instancia, de lo Mercantil y del Registro Civil. Los trabajadores de esta oficina son los encargados de salir a la calle y en los primeros nueve meses del año notificaron más de 18.000 diligencias de todo tipo, lo que se traduce en una media de 110 cada día (solo se computan jornadas laborales). Pero la labor de estos empleados judiciales no se limita al habitual horario de mañana. Una vez a la semana realizan salidas de noche para tratar de localizar a personas que no estaban en sus casas de día o incluso de madrugada para entregar requerimientos en locales que solo tienen horario nocturno, principalmente pubs y discotecas.

"El fin de este servicio común es aprovechar mejor el trabajo de los funcionarios; por ejemplo, si una misma empresa tiene demandas en varios juzgados se evita que cada sala envíe a un trabajador; aquí organizamos el reparto, una persona hace todo y se optimiza el tiempo y el dinero, porque las salidas de los funcionarios a la calle tienen un coste económico", explica el secretario, Fernando Varela. Hasta septiembre de este año esta oficina entregó 18.664 notificaciones en Vigo, Baiona, Gondomar y Nigrán, en las que se incluyen las comunicaciones de resoluciones como sentencias, las citaciones para juicios, los emplazamientos y los requerimientos que hace el juez para que una persona implicada en una causa exhiba, por ejemplo, el título de propiedad de una casa o la póliza de seguros de un coche.

El volumen de notificaciones bajó con respecto al mismo período de 2010, cuando la cifra alcanzó las 20.452. La causa de esta disminución es la crisis. Debido a los recortes presupuestarios, los juzgados tratan de realizar un mayor número de comunicaciones a través de correo con acuse de recibo €aunque no siempre es posible€, que resulta más barato que movilizar a un funcionario para que haga personalmente la labor. También debido a la situación de inestabilidad económica la oficina este año dispone solo de un taxi €además de un coche oficial proporcionado por la Xunta€ para el traslado de los funcionarios a las zonas más alejadas: las parroquias de Vigo y el Val Miñor. "El año anterior teníamos dos taxis, pero la crisis manda", afirman fuentes judiciales.

La labor de notificación se hace por las mañanas. Pero en ocasiones hay que volver por la noche. El servicio común destina un día a la semana para entregar diligencias en un horario que puede ir desde las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana. Estos casos se producen para localizar a personas que no están de día en su domicilio €y que no atendieron al aviso que les dejaron para que acudiese voluntariamente al juzgado€ y también para comunicar resoluciones a responsables de pubs, discotecas o incluso clubs de alterne. "Si no abren hasta las tres de la mañana y no hay otra manera de notificarlos, hay que ir a esa hora", explican.