El diseño del plan parcial de los 240.000 metros cuadrados de terreno que ocupará la futura urbanización de Cabo Estai, en San Miguel de Oia, está ya resuelto. Los suelos de uso residencial se repartirán de forma homogénea por todo el ámbito, si bien las viviendas unifamiliares se situarán en la zona entre la carretera de Baiona y el litoral, es decir más próximos al mar. Mientras los edificios de tres alturas que albergarán los pisos quedarán por encima de la línea de la carretera en la mayoría de la urbanización.

Los técnicos que elaboran el proyecto argumentan esta distribución para evitar que se dañen las vistas hacia Cíes, ya que la zona está declarada de "interés paisajístico" por la Xunta. "Los ubicamos así aprovechando además una vaguada para que el impacto visual sea el menor posible y se puedan mantener las vistas desde la carretera" señalan los ingenieros que trabajan en el diseño de la zona.

Del total de los 240.000 metros cuadrados de que consta el ámbito de la urbanización, algo más de 100.000 se destinarán a uso residencial. De esta superficie, 58.500 metros cuadrados serán para vivienda unifamiliar y el resto, en torno a 41.600, albergarán los edificios de tres plantas que completan la oferta de pisos en la zona a construir.

Además, el plan parcial contempla 19.000 metros cuadrados para uso terciario –comercial–; otros 10.000 para equipamientos –cuyo uso exacto habrá de definirse en una fase posterior contando con el Concello, ya que pueden destinarse a centro de salud o a dotación escolar–; 11.700 metros cuadrados más a calles y espacios de estacionamiento en superficie; y 32.000 metros cuadrados para zonas verdes de uso público. "Esta última extensión está por encima de las especificaciones que señala el Plan Xeral para la zona", indicaron los redactores del documento, de las empresas Noray y Arnáiz Consultores.

Plazos

El plan parcial será expuesto a los directivos de la asociación de propietarios el próximo viernes. Con posterioridad, el día 15 de este mismo mes, se convocará una asamblea general en la que los dueños de terrenos actuales –hay casi 300 fincas que en todo el ámbito– deberán ratificar el contenido de dicho plan.

En el mismo se han incorporado ya las sugerencias que realizó inicialmente la Xunta sobre impactos ambientales, tal como fija el Plan Xeral. De llegarse a una aprobación por una mayoría suficiente de propietarios, el documento se entregaría en la Gerencia de Urbanismo, a fin de que se planteen las correcciones pertinentes y se consulte de nuevo a la Consellería de Medio Ambiente.

Mientras, y una vez entregado el plan en el Concello, los técnicos iniciarán los trabajos de redacción del proyecto de urbanización. Este documento supondrá ya la concreción de todo el ámbito de acuerdo con el Plan Xeral y podría estar terminado, de no haber modificaciones sustanciales en el plan parcial, antes del próximo verano. Al menos son los plazos con los que trabajan los miembros de las dos empresas redactoras.

Zonas verdes

"Hemos tenido muy en cuenta todo lo relacionado con el paisajismo y con la preservación de las vistas, porque es una zona litoral muy amplia y hay que encajar bien las piezas para que no se pierda la visión de la ría que tiene en la actualidad", indicaron los redactores.

En ese sentido, los autores del plan consideran que se ha hecho una propuesta para la superficie destinada a zona verde que es "muy novedosa" con respecto a planteamientos anteriores que nunca llegaron a cuajar. Sigue la sinuosidad del terreno actual y pretende realzar determinados elementos que ahora pueden pasar desapercibidos, según la memoria del plan parcial que está a punto de finalizar.

"De ahí que se haya dado mucha importancia este aspecto, porque en una superficie tan grande, la zona de esparcimiento tiene que ser el auténtico elemento integrador de toda la actuación urbanística ", concluyeron los miembros del equipo redactor.