Aunque el presupuesto es suyo, una de las principales partidas que tiene entre manos Turgalicia para el próximo ejercicio, la Xunta no va a decidir cómo se gastan y por qué. Los tres millones de euros reservados para "la promoción publicitada en destinos europeos que operan vuelos directos a Galicia", la envoltura contable que las administraciones tienen para subvencionar la implantación de líneas low cost, se repartirán según los criterios que marque el Comité de Rutas creado a principios de año para coordinar los tres aeropuertos gallegos. Pero los técnicos del organismo ya avisan que esa decisión no les corresponde a ellos; y el Ministerio de Fomento, presente a través de Aena, recuerda al Ejecutivo gallego que la responsabilidad es suya, al igual que el futuro del convenio abierto con Ryanair para operar desde Santiago y que la compañía da por cancelado a partir del 11 de enero –con el fin de los enlaces a Roma, Londres y Frankfurt– porque no se ha renovado. Antes ya se había perdido la conexión entre Vigo y Londres y próximamente dejará de operar Vigo-Bruselas.

En la Consellería de Medio Ambiente, Infraestruturas y Territorio insisten en que el futuro de las ayudas depende de lo que se hable en el Comité de Rutas que preside, precisamente, el titular del departamento, Agustín Hernández. No se va a tomar ninguna decisión sobre el reparto ni las líneas a subvencionar antes de la reunión prevista antes de que acabe el año con el resto de miembros. Entre ellos, los alcaldes de Vigo, Santiago y A Coruña, la patronal de empresarios y las Cámaras de Comercio. "Es el Comité el que tiene que trazar las estrategias, las expectativas, los mejores mercados a partir de los datos de Aena", insisten desde la consellería, que espera que "cada uno" defienda allí "su posición y sus propuestas" para luego elegir "las mejores". "En caso contrario –añaden–, ¿para qué vale?"

Al Consejo General del Comité, la representación institucional, le apoya una Comisión Técnica, con la tarea de planificar y llevar a cabo la siempre discutida coordinación. Sobre ellos recae ahora la atención, a punto de presentar las conclusiones de una radiografía del sistema aeroportuario gallego. Desde esa comisión dejan claro que la deliberación no es cosa suya. "Ni es el organismo que tiene que hacerlo ni contamos con la capacidad ni el dinero", advierten. De hecho, el pasado abril, cuando se constituyó, el Consejo General le asignó la tarea de fijar "las directrices de actuación". "Lo que hacemos es marcar un mínimo de objetivos estratégicos comunes", señalan fuentes cercanas a la Comisión Técnica. Luego, cada aeropuerto buscará soluciones concretas que se llevarán de nuevo al Comité para sacarlas adelante. "La decisión final es política, no técnica", reiteran.

El anuncio público del presidente de la Xunta a raíz del enfrentamiento con Ryanair de que cualquier propuesta debe pasar por el Comité de Rutas marca un antes y un después en la relación con el sector del bajo coste en Galicia: de las negociaciones bilaterales sobre propuestas concretas con compañías para un aeropuerto a la intención de que todo pase por el organismo destinado a coordinar el sistema. La criticada política de subvenciones a las rutas se pone de nuevo encima de la mesa. Pero de la mano viene la otra gran polémica, la del reparto de fondos a cada aeródromo.

Las estadísticas de Aena sobre tráfico a las que apela la Consellería de Infraestruturas es un arma de doble filo. Detrás de los mayores incrementos, los que se dan en Lavacolla, está también la inversión más alta en subvenciones a vuelos. La mitad de los billetes que se gestionaron en 2009, exactamente. Las ayudas en Alvedro, con inyecciones millonarias del concello, suponen un 36% y en Peinador tan solo el 10% de los algo más de 1.100.000 pasajeros que se movieron el pasado ejercicio. Las diferencias se trasladan a la evolución de pasajeros, con un incremento en Santiago –el único que logró en 2009 evitar las caídas– en lo que llevamos de año del 7,9%, del 3% en A Coruña y el recorte del 2,3% en el caso de Vigo.

Pérdida de conexiones

Estos dos últimos ya saben lo que es perder rutas recientemente. Primero el Vigo-Londres y el próximo 31 de octubre las conexiones de Vueling entre Vigo y Bruselas, A Coruña-Amsterdan y Santiago-Zurich. El panorama del transporte aéreo desde Galicia a partir de 2011 es poco alentador, con únicamente tres rutas europeas. La que gestiona Air France desde Vigo a París, y que no cuenta con ningún tipo de ayudas; y los A Coruña-Londres y A Coruña-Lisboa, apoyados por fondos locales.

La incertidumbre sobre la internacionalización de los aeropuertos gallegos llega precisamente cuando los tres están siendo sometidos a millonarias ampliaciones para reforzar su capacidad. Las tres terminales están siendo ampliadas, con nuevos aparcamientos. La inversión en Vigo, para alcanzar los 4 millones de pasajeros, llega a los 47, 6 millones de euros. Otros 36,25 en Alvedro y 160 en Lavacolla.

Algo que no se le escapa al Ministerio de Fomento, que insta a que las "obras sin precedentes" tengan una respuesta dotando de actividad las instalaciones. "Cualquiera puede verlo sin hacer mucho esfuerzo. Estamos cumpliendo nuestra parte con creces, hasta incluso por encima del 100%, para convertir a Galicia en un punto estratégico del tráfico aeroportuario español", señalan desde el ministerio. "Nos gustaría que esas obras tuvieran luego el máximo de contenido", añaden. Fomento no va a entrar "en las competencias de otras administraciones", pero sostienen que es "evidente" que el Comité de Rutas no tiene "esas responsabilidades".