A pesar de que apenas votó uno de cada diez alumnos, la campaña logró enganchar a algunos estudiantes que no participaron en las últimas elecciones como Cristina Castro y Javier Botana, ambos del último curso de Administración y Dirección de Empresas. Así se entiende que les costase entender el sistema de papeletas diferenciadas para cada uno de los colectivos y que además este año se ha complicado para lograr la paridad entre los elegidos al Claustro.

A las once de la mañana, una hora después de la apertura de las urnas, esta pareja y numerosos estudiantes hacían cola ante la mesa de Facultad de Económicas. "Este año hay más interés entre los estudiantes. Los candidatos repartieron mucha publicidad y nos enteramos mejor de que había elecciones", comentaban. "Hoy me siento importante", confesaba Cristina.

El profesor Jorge Falagán, interventor en la mesa por Nova Universidade, el grupo de Jaime Cabeza, anticipaba una de las tasas de participación más altas de la jornada electoral. "Este año votarán más estudiantes en todos los centros, pero aquí ganaremos", aseguraba. Por poco, pero equivocada profecía (fue la segunda).

A esa hora todavía no había votado el rector saliente, Alberto Gago, quien, al contrario de hace cuatro años, pudo ejercer su derecho de forma más discreta.

A media mañana, la afluencia de estudiantes en la Facultad de Filología y Traducción era mucho menor que en Económicas. Inmaculada Anaya, integrante de la candidatura de Cabeza, intercambiaba impresiones con su compañero de facultad y rival Xosé Henrique Costas, que ejercía de interventor en la mesa como miembro de Alternativa Universitaria.

Un grupo de alumnos de segundo curso de Traducción e Interpretación que acudían a votar al salón de actos en esos momentos admitían que todavía tenían "dudas" sobre qué papeleta introducirían finalmente en la urna.

"Los dos generan más o menos las mismas expectativas para los alumnos, pero Mato hace más énfasis en modernizar la Universidad", opinaban.

Pese al esfuerzo de los dos candidatos por llamar a la participación para conseguir cifras "históricas", lo cierto es que el resultado fue incluso inferior al de 2006. Tras votar a primera hora de la mañana, Cabeza pedía a la comunidad que votase "masivamente" para darle más legitimidad al ganador, mientras Mato se mostraba convencido de que los estudiantes fueron conscientes "más que nunca" de unas elecciones y apuntaba al 20%. "Si llegamos ahí será todo un éxito", comentó. Otro cálculo equivocado.

Cabeza votó en Ciencias Jurídicas acompañado de su compañera de facultad e integrante de la lista María José Bravo Bosch y dedicó el día a recorrer las mesas de los tres campus para agradecer el trabajo de los interventores. Pocos minutos después, emitía su sufragio en la Facultad de Ciencias Salustiano Mato, quien anticipaba una jornada "tranquila" que confiaba en acabar con una "celebración". Aquí sí acertó.