La humanización de Urzáiz, la arteria que une el barrio de O Calvario con el centro, encajó ayer su última pieza. La parte alta fue peatonalizada durante el mandato de Lois Pérez Castrillo y se convirtió en una de las banderas de su gobierno; Corina Porro inauguró la reforma del tramo más céntrico; y ayer se estrenó la remodelación del espacio entre ambas zonas, más de 850 metros lineales entre el cruce con Gregorio Espino y el desvío a Gran Vía en los que ahora hay aceras más anchas y de granito. La obra abre un paseo sin interrupción por zonas humanizadas desde O Calvario al Paseo de Alfonso, donde está situado el olivo que simboliza la ciudad.

"Ahora se puede pasear desde Ramón Nieto hasta Pi y Margall", enfatizó ayer Caballero durante su visita al tramo de calle recién reformado con una inversión de más de 3,2 millones del PlanE y en el que trabajaron 66 personas, 18 de ellas procedentes de las listas del Inem. La humanización de Urzáiz es, junto con la transformación del eje entre la Porta do Sol y el Paseo de Alfonso –inaugurada la semana pasada– la principal de las obras financiadas con el fondo estatal este año.

La renovación del recorrido ha supuesto la instalación de una superficie de granito de 8.000 metros cuadrados, y a lo largo de la calle se han colocado 140 árboles, 70 jardineras, 83 farolas y 20 papeleras. También se ubicaron allí una docena de bancos. "Las plazas de aparcamiento no sólo se mantuvieron, sino que aumentaron al aprovechar un espacio en la bajada a la estación", aseguró el alcalde. Las farolas fernandinas que se sustituyeron en el tramo bajo serán repuestas en febrero, agregó, y aumentarán en número, mientras que las que se han colocado se reubicarán en otras calles humanizadas.

Tres etapas

El trayecto de Ramón Nieto hasta Gregorio Espino, el primero de los reformados en Urzáiz y en cuyo recorrido se encuentra el mercado de O Calvario, es totalmente peatonal, y la renovación revitalizó la zona. La parte baja, entre Gran Vía y Colón, fue remodelada con aceras más anchas de granito después de que se construyese el parking de Urzáiz. La obra afectó al tráfico del tramo, prohibido en sentido descendente desde entonces. Este último trayecto tiene un tratamiento muy similar. La ruta por zonas humanizadas la cierran Príncipe, y todo el trayecto recién inaugurado por Porta do Sol, Elduayen y el Paseo de Alfonso. "Hacemos un núcleo central de paseo. Ésta es la humanización más simbólica de las que se han hecho nunca en Vigo, en una calle emblemática que ahora será tomada por los ciudadanos, como está ocurriendo en muchas otras zonas", apostilló Caballero.