Optimista y tenaz, Raquel Díaz regresó al trabajo después de casi tres meses de baja por todo lo alto: rebaja fiscal y papel protagónico en la cumbre Puerto-Concello en apenas dos semanas. La concejala de Hacienda vuelve con un cometido crucial, cerrar los presupuestos que ayuden a Vigo a salir de la crisis. “En 2010 se primarán las concejalías de Empleo, Benestar Social y las humanizaciones”, advierte la socialista, que tras sanear alrededor de 60 millones de dudoso cobro en las arcas municipales promete más inversión y ayuda a las familias.

-¿Notarán los ciudadanos la crisis en los presupuestos?

-Nunca. El de 2010 será el presupuesto más social hecho nunca en Vigo, centrado en el empleo y la ayuda a las familias más desfavorecidas. Un primer paso fue la reducción del 0,2 por ciento en 14 tasas municipales. Y respecto al gasto, la gran apuesta van a seguir siendo las humanizaciones, la búsqueda de bienestar y la creación de puestos de trabajo.

-¿Logrará ampliar los 20 millones de inversión de este año para promover el empleo?

-Ese es el reto. El objetivo es hacer un plan económico financiero que nos permita adelantar inversiones de próximos ejercicios. Si vamos a cambiar la ciudad, ¿para qué esperar tres años? Estamos cerrando la cifra, pero obviamente la inversión superará claramente los 20 millones.

-¿Será necesario endeudarse?

-Es una de las opciones que barajamos. Este ayuntamiento es uno de los menos endeudados de España -al 20% de su presupuesto, cuando el límite legal es 110- y tiene una situación que ya les gustaría a muchas otras grandes ciudades. Anticiparemos fondos y podemos ampliar la deuda, pero siempre en equilibrio para garantizar la inversión de los próximos años.

-¿Es suficiente una rebaja de impuestos del 0,2% cuando el pasado año subieron 4,2 puntos?

-Es lo que calculamos que podemos asumir manteniendo el mismo nivel de prestación de servicios. Y cabe destacar que otras ciudades, en la misma situación, especialmente las gobernadas por el PP, han optado por subirlos.

-El alcalde prometió superar en 2010 el número de calles humanizadas, ¿podrá cumplirlo?

-Por supuesto. El plan económico nos permitirá ir a más inversiones propias, y tendremos un Plan E 2 que de nuevo volcará dinero de la administración general en la ciudad.

-¿Ha sido el Plan E un balón de oxígeno para la gestión municipal en un año complicado?

-Nos ha ayudado muchísimo, pero el cambio en la ciudad sería igualmente notable. Lo que ocurre es que el Gobierno nos imponía unos plazos concretos y tuvimos que ejecutar primero las obras del programa estatal y ahora las municipales. Son 52 millones de euros frente a 20, pero es comprensible porque el Concello tiene 220 millones para todo y el 90 por ciento lo absorbe la prestación de servicios, desde recogida de basura hasta transporte público. Por mucho que intentemos ahorrar, nunca podríamos liberar un cuarto de los fondos para obra nueva porque la filosofía de las ciudades no es tanto invertir como dar servicios. Pero las Diputaciones sí tienen finalidad inversora y me gustaría que la de Pontevedra cumpliera con Vigo, que es lo que tiene que hacer. El año pasado no invirtió nada en la ciudad y este 2009 tampoco.

-Pero el presidente de la Diputación insiste en que tiene 35 millones a disposición de Vigo...

-¡Ja! Le pedimos constamente colaboración, le dimos nombres de calles a reformar y la respuesta ha sido la callada. He estudiado sus presupuestos y sólo aparecemos en una partida genérica de tres millones de euros que literalmente se destina a “Vigo-Pontevedra”, sin garantizarse a ninguna de las dos ciudades. Su apoyo a Vigo en dos años ha sido nulo.

-¿Cómo se aplicará el concepto de austeridad en las próximas cuentas?

-Ya se introdujo este año la congelación del sueldo de los concejales y hay pequeñas medidas de control del teléfono o iluminación que han reducido los gastos corrientes al mínimo. Y en cuanto a la plantilla municipal, en 2010 no habrá ampliación, sólo reposición de los trabajadores que se van jubilando. Sabemos que es un año en que debemos ser más cuidadosos que nunca con el dinero de los ciudadanos.

-El refuerzo de Urbanismo es entonces algo excepcional...

-Era muy necesario. Nos encontramos con una Gerencia de Urbanismo completamente colapsada y con los expedientes literalmente tirados en el suelo. Las licencias tardaban un año en concederse y, por el contrario, nosostros queremos un urbanismo justo, equitativo e igual para todos; acabar con las licencias en quince días para unos pocos mientras los particulares esperan un año.

-¿Cómo ha afectado a las cuentas del Concello la reducción de ingresos por concesión de licencias de obra?

-Hace años que no es una fuente importante de ingresos. Al no haber Plan Xeral, se estaban concediendo pocos permisos y ahora las empresas tienen problemas de financiación. Pero se ha generado un marco de tranquilidad y sabemos que quieren invertir. En cuanto pasen cuatro o seis meses, que es lo que tardará en recuperarse la financiación, los movimientos e ingresos volverán a aumentar.

-Existe la percepción de que se abusa de las multas para compensar la caída del Urbanismo...

-El nivel sancionador es el mismo y las cifras de recaudación prácticamente idénticas a las de años anteriores. No se ha dado un dato correcto de lo que realmente se recauda, a final de año llegaremos a cuatro o cinco millones de euros, muy lejos de los ocho, diez e incluso doce que he llegado a escuchar. Lo que ocurre es que se han regulado situaciones como la de la XER. Personalmente, prefiero tener menos ingresos que inflarlos con multas de tráfico.

-¿Cómo definiría el estado de las arcas municipales?

-Están muy bien, mejor que nunca. Hemos conseguido sanear las deudas pendientes. Al llegar nos encontramos con entre 50 y 70 millones de deudas de dudoso cobro al Concello. Recibos de hace diez años que era imposible ejecutar, así que pasamos meses limpiando porque era imposible manejar una contabilidad realista con esas cifras en el aire.

-Su papel en Hacienda es el de nexo entre las concejalías. ¿Son fáciles de satisfacer las demandas de los socios del BNG?

-Mi relación es la misma que con los compañeros del PSOE. Soy la concejala de Hacienda del Concello de Vigo y aquí no hay tijeretazos ni negociaciones de dos para mí y tres para ti. Compartimos el objetivo común de dar mejores servicios al ciudadano El próximo año daremos prioridad a Empleo, Benestar Social y humanizaciones, así que es lógico que éstas concejalías reciban un aporte extra con independencia de qué partido las gestione.

-El departamento de Hacienda es de los menos visibles. ¿Se ha sentido la concejala de las malas noticias?

-(Risas) Sabía que era un área con mucho trabajo de despacho, pero tiene una vertiente muy gratificante, que es la elaboración del presupuesto. El día que cerramos mi primer presupuesto me sentí muy satisfecha.

-¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de estos dos años?

-Lo mejor es saber que trabajas y ayudas a tu ciudad, y lo que peor llevo es la renuncia en el terreno personal. Soy política e investigadora, pero ante todo miembro de una familia.