“¿Sería una broma del doctor?”, aún se pregunta la madre de un niño de siete años, Mónica F. A., que ayer se marchó desconfiada, al igual que otros pacientes de la sala de espera de Pediatría del Hospital Xeral, tras asistir a una escena de lo más extraño. Pero que resultó ser real.

Eran las once de la mañana cuando esperaban consulta ambos (madre y su niño) vieron aparecer a un pediatra. No lo reconocieron, porque llevaba una mascarilla, ni recuerdan su nombre. Eso no restó tranquilidad a los pacientes, tratándose de un centro sanitario, pensaron. Pero de repente llegó una enfermera, que pareció recriminarle algo.

En efecto, la mujer le preguntó al facultativo si tenía la gripe A, a lo que el doctor le respondió automáticamente que sí -siempre según el testimonio de la afectada-. La profesional de Enfermería, al parecer, interrogó al médico luego sobre la idoneidad de que realizar las consultas, a lo que él le contestó: “Voy a consultar igual, porque con la mascarilla no pasa nada”.

Tras escuchar estas palabras y protestar lo suyo, la enfermera se marchó de su puesto de trabajo, diciendo que no podía exponerse así a la enfermedad, pudieron escuchar los pacientes. Este comportamiento fue seguido por varios de los que esperaban consulta, que también optaron por marcharse.

Algunos se dirigieron luego a pedir información en Atención al Paciente sobre el protocolo sanitario en caso de gripe A, pero no fueron respondidos al momento, como es habitual en estos casos.

Pues bien: el hecho está confirmado, pero no entraña peligro porque el médico ya había pasado la enfermedad.

“La tuvo y volvió a trabajar”

El Sergas explicó ayer que el facultativo, en un ejemplo modélico, fue a trabajar una vez que superó los síntomas de la gripe A que le habían diagnosticado y se encontró capacitado para reincorporarse. “La tuvo, pasó el proceso y volvió a trabajar”, explicaron fuentes sanitarias.

El hombre, de todos modos, pasó por la unidad de Prevención de Riesgos Laborales, en donde lo asesoraron sobre el alcance del posible contagio. La Consellería de Sanidade explica que es este departamento el que está al tanto del protocolo de seguimiento de la gripe A y también de evaluar las posibles repercusiones en función del tiempo de gestación de la enfermedad. En último término, el departamento decidió extremar las precauciones: “Tiene que volver a trabajar, pero vamos a dotar los medios necesarios para evitar contagios”.

Sin embargo, reprobaron la actitud mantenida por ambos profesionales en pleno pasillo y delante de los pacientes. Una conducta “poco acertada”.

Los síntomas que manifiesta un enfermo de gripe A son fiebre superior a 38 grados, tos, malestar general, irritabilidad, dolor, moqueo, estornudos y dolores musculares. Si tiene dolor agudo en el pecho y fiebre alta durante más de tres días, deberá de acudir al médico.

En caso de tratarse de menores, los padres deberán estar atentos si tienen dificultad para respirar, presentan erupciones, tienen náuseas o pierden las ganas de jugar.