Un divorcio puede sobrevenir en cualquier momento. Incluso estando la mujer embarazada. Y eso lo saben muy bien en los dos juzgados de Familia de Vigo, donde por sorprendente que parezca ya se imponen regímenes de visitas en casos de separaciones cuando el niño todavía no ha nacido. Si mediar en los intercambios de los hijos ya suele ser complicado de por sí cuando no existe una buena relación entre los cónyuges, mucho más si el bebé aún no ha venido al mundo, ya que los jueces, a mayores, deben tener en cuenta factores como la lactancia materna a la hora de adecuar los períodos en los que el futuro niño estará con el padre. Incluso hay casos en los que tienen que establecer turnos para que el progenitor visite al recién nacido en el hospital tras el parto.

"Los turnos en los centros sanitarios son muchas veces imprescindibles; recuerdo que una vez se armó una buena en el hospital entre el ex marido y la familia de ella al coincidir allí", relata una abogada, que señala que lo que se pretende en estos casos es precisamente que no se produzcan estos conflictivos encuentros. Una vez el bebé sale del hospital, hay que garantizar en los convenios reguladores que el padre pueda ver con regularidad a su hijo. Durante los primeros meses de vida del niño los regímenes de visita suelen hacerse sin pernocta. "El padre está con el niño, se lo puede llevar de día, pero duerme en casa de la madre ya que hay factores a tener en cuenta como la lactancia materna", dice la letrada Isabel Olcina. "No hay un criterio unitario, pero es a partir de los dos o tres años cuando se empieza a tener un régimen más normal, en el que el niño se queda a dormir con su progenitor", añade.

A veces las madres no aceptan bien este cambio. "Hay que explicarles que no es algo grave, que es lo natural", continúa esta jurista. De la misma opinión es la abogada Clara Beiró: "En el ámbito de Familia hay verdaderas leyendas urbanas; hay mujeres que llegan afirmando que le han dicho que su niño de 2 años no puede pernoctar con el padre y entonces les preguntas: ¿le hace incapaz para cuidarlo el hecho de que ahora esté separado? Y se dan cuenta de que no, de que eso no es un impedimento para ser un buen padre".

Celebraciones

Si es curioso que se acuerden visitas con el niño aún en el vientre de su madre, también lo son los conflictos que se dan en dos acontecimientos en los que los protagonistas son los pequeños: el bautizo y la Primera Comunión. Los jueces vigueses ya han perdido la cuenta de los juicios en los que han tenido que decidir sobre la iglesia y el restaurante ante el desacuerdo de los padres. "¿Decido también el menú?", preguntó en sala en una ocasión un juez por lo absurdo de la situación. Por estos conflictos se dan casos de niños con fiestas partidas: empiezan el convite en un restaurante con su madre y lo acaban en otro con su padre y esa parte de su familia.