Una nueva vuelta de tuerca sacude a la huelga indefinida del sector de limpieza de edificios y locales.

Dos mujeres trasladadas en ambulancia desde una concentración, una veintena de denuncias a empresas en la Inspección de Traballo y otras tantas en el Juzgado, por supuesto "acoso policial" son el parte de los manifestantes. Un agente policial herido y más suciedad en instalaciones como el aeropuerto de Peinador y el campus, donde llegaron a arrojar excrementos de caballo, cuentan en la otra parte. Pero al final del día, patronal y huelguistas no alcanzaron ningún acuerdo, ni siquiera se reunieron.

Una concentración ante las puertas de la Xunta a media mañana se saldó ayer con tres heridos, entre manifestantes y policía. Dos de ellas eran limpiadoras. La primera (con iniciales P.E.T.) aquejó magulladuras en una pierna y fue atendida en el Hospital Xeral, pero fue dada de alta, mientras que la otra trabajadora, de Limpiezas "Almi", según sus compañeras, sufrió un supuesto ataque epiléptico o de estrés, y también fue trasladada en ambulancia. El tercer herido, un agente de la Policía Nacional, fue atendido en la clínica Fátima de rotura de tabique nasal, pero no hay detenidos.

Más de un centenar de huelguistas se dirigían al edificio de la Xunta desde la Praza de Compostela. Allí se encontraron con un fuerte cordón policial en el frontal del edificio. Trataron de acceder por la entrada principal, pero la Policía no les permitió el paso, así que los manifestantes se sentaron fuera, mientras otros intentaban acceder por una puerta lateral, según fuentes presenciales En el transcurso de los intentos de entrada, policía y manifestantes tuvieron momentos críticos, en los que se encararon. Algunas manifestantes les acusan de pisarlas o levantarlas del suelo, mientras que la Policía denuncia una agresión. "Cuando te agreden, respondes", dijo una de las manifestantes, que además acusó a las empresas de presionar a las trabajadoras en peor situación laboral para ir a trabajar.

Multas de hasta 5.000 euros

Mientras proseguía la sentada, las representantes de CIG, UGT y CC OO, se entrevistaron con el delegado de la Consellería de Traballo, Pedro Borrajo, que se comprometió a mediar con la patronal y las fuerzas de seguridad. Y, acto seguido, los sindicatos acudieron a la Inspección de Traballo, para denunciar que supuestamente 21 empresas contratan servicios de limpieza para cubrir la huelga, o forzando a otros trabajadores a limpiar, lo que supone una práctica "ilegal", y que podrían sancionar desde 500 a 5.000 euros, según la secretaria de Servicios de la CIG, Tránsito Fernández. (Entre ellas, Alcampo, El Corte Inglés, la Universidad o la Diputación de Pontevedra, incluida la cárcel de A Lama). Por la tarde, fueron al Juzgado a denunciar el supuesto acoso policial, pero tuvieron que pasar de cinco en cinco, porque otro cordón policial les impidió colapsar la entrada. Sólo una veintena la formalizaron.