La teoría está sobre la mesa pero no hay agentes suficientes para llevarla a la práctica. La entrada en vigor de la nueva ordenanza de terrazas hace tres meses de poco ha valido, al menos en lo que a la vigilancia se refiere. Desde el Concello reconocen que la falta de efectivos policiales impide controlar que las 235 autorizadas estén actuando dentro de la legalidad. Esta misma carencia está provocando que el resultado sea el mismo que el año pasado en cuanto a las sanciones impuestas. Hasta la fecha no se ha puesto ninguna.

Hasta 2.000 euros. Ésta es la pena máxima que anunció el Concello por el incumplimiento de la nueva normativa, aprobada el pasado mes de abril. Ningún establecimiento ha tenido que pagar esta cantidad ni tampoco los 600 euros que se deben abonar por las leves. El mal endémico que padece la ciudad con la escasez de policías se agrava en verano, cuando gran parte de la plantilla se destina al control de otras zonas, como las playas, e impide que pueda supervisarse la legalidad de las terrazas instaladas en la calle.

Permisos

El número de terrazas autorizadas ha descendido desde 2006. Hace dos años el Concello permitió a 309 locales la instalación de mesas y sillas a pie de calle. En 2008, y hasta la fecha, sólo se concedieron 235 licencias, 21 menos que en 2007.

Si bien es cierto, el descenso de establecimientos que optan por montar la terraza no sólo se debe al cambio de la ordenanza, más exigente a la hora de limitar el espacio en lo que a la doble línea se refiere, que sólo está aceptada en aceras que superen los 5,5 metros de ancho. Los hosteleros confiesan que muchos negocios prescinden ya de sacar las mesas a la calle porque, dada la mala situación económica, a muchos ya no les sale rentable. Incluso, la escasez de personal obliga a muchas cafeterías y restaurantes a prescindir de este servicio.

La novedad más importante introducida por la ordenanza que entró en vigor en el mes de abril radica en el espacio que se reserva a los viandantes. La normativa estipula que el Concello sólo permitirá la instalación de terrazas en aquellas aceras que tengan como mínimo 2,5 metros de ancho y quedando, en todo caso, 1,20 libres de obstáculos para el tránsito de peatones.