Más horas de conducción, menos visión y capacidad de reacción. La fatiga está detrás del 30% de los accidentes de tráfico.

Evitarla puede ser fácil. Por ejemplo, parando cada dos horas al volante o después de 200 kilómetros y tomar un refresco. Es la solución que proponen el RACE (Real Automóvil Club de España) y ANFABRA (Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes Analcólicas) que lanzaron ayer en Vigo su campaña "Un refresco, tu mejor combustible" buscando concienciar a los conductores sobre la importancia de evitar la fatiga, especialmente ahora, con la llegada del verano. Esto es: más desplazamientos, tráfico y mucho calor, lo que conlleva más riesgo de cansancio y somnolencia en la carretera.

Según datos de la DGT, la fatiga es la cuarta causa de los accidentes mortales que se producen en España cada año, por encima de otros factores como el alcohol o las malas condiciones meteorológicas. Además, a diferencia de otras actitudes al volante, conducir bajo los efectos del sueño y el cansancio "no está penalizado ni resta puntos, por ello es si cabe más importante aún la labor de concienciación", explica Antonio Lucas, coordinador de seguridad vial del RACE.

Para informar a los conductores gallegos, los organizadores habilitaron un stand en la planta de restauración del entro comercial Gran Vía, con la intención de que por unos días "sea un verdadero punto de formación vial en Galicia"

La intención de la campaña es formar teórica y prácticamente a todos aquellos conductores que se acerquen al puesto. Dos simuladores de coche con tres pantallas envuelven al visitante y le permiten examinar sus habilidades de conducción en circuitos de ciudad, carretera y autopista diseñados con situaciones habituales.

Conduciendo cansados

Al final de la prueba llega la parte didáctica. Se evalúa el comportamiento al volante y se simula como éste cambiaría en caso de llevar varias horas circulando sin descanso, para demostrar cómo el cansancio nos expone aún más a los peligros que puedan surgir cada vez que cogemos el coche. Una experiencia práctica que pretende ser más eficaz que los conceptos teóricos, y que complementa a las charlas y el vídeo explicativos y al material divulgativo con datos sobre la fatiga y su incidencia.

La diferencia entre parar y no parar es mucha. No hacerlo aumenta un 14% el riesgo de accidentes, ya que dejamos de recibir el 30% de la información de la carretera, y aumenta un 63% el error de cálculo de distancias. La receta propuesta es sencilla, detener el coche y un refresco. Descanso, hidratación y azúcar para seguir conduciendo en plenas facultades.