Tres carriles, y dos de ellos para uso exlcusivo del bus urbano. Las obras del parking de Policarpo Sanz producirán una severa restricción del tráfico en el centro que afectará sobre todo a los vehículos que procedan de Pi y Margall. Sólo los Vitrasa, y los residentes, podrán transitar en el tramo que va desde la Porta do Sol al cruce con República Argentina, la zona ocupada por las obras. Las máquinas empezarán a excavar a mediados del mes próximo, según confirmó ayer la Concejalía de Tráfico, y los conductores deberán armarse de paciencia hasta otoño de 2009.

De los seis parkings aprobados por el Concello, el de Policarpo Sanz será el que más repercusión tenga sobre el tráfico de la ciudad por la elevada intensidad de vehículos que soporta y su ubicación en un punto neurálgico del centro. Los coches que salgan de García Barbón y de la parte baja de Colón sí pueden circular por el tramo o subir a Urzáiz, pero dispondrán de un único carril. Quedará otro abierto, pero será de uso exclusivo para el transporte público.

El parking se construirá de arriba abajo, desde la cubierta hasta el último sótano, lo que reduce el tiempo de las obras en superficie. El plazo de los trabajos es, en realidad, de 30 meses, pero en los 14 últimos está previsto trabajar exclusivamente bajo tierra. La metodología es construirlo por mitades, siempre dejando tres carriles de circulación abiertos. La alternativa para los conductores que procedan de Pi y Margall es compleja. Deben dar un largo rodeo, y tienen dos elecciones. Una es desviarse por Falperra y subir Cachamuiña y Blein Budiño hasta Venezuela, para bajar luego por Gran vía, Lepanto y Alfonso XIII. La otra es ir por Llorente y Torrecedeira para incorporarse a Beiramar e ir desde allí al centro a través de Cánovas del Castillo y Marqués de Valladares.

Catas

En las últimas semanas la concesionaria, Eloymar-Tranvías, ha hecho catas arqueológicas en la calle, un requisito de la Dirección Xeral de Patrimonio por la cercanía del yacimiento del Casco Vello. También se ha levantado acta del estado de los edificios en todo el tramo que ocupará el aparcamiento, a fin de comprobar que no resultan dañados por las obras.

El concurso, que incluye la adjudicación de los parkings de Areal y Pintor Colmeiro a la misma empresa, fue adjudicado hace un año, pero las obras se han retrasado por varias razones. Primero hubo que resolver recursos de otros competidores; y después fue necesario cambiar tanto el orden de construcción como la zona a ocupar por el de Policarpo Sanz. Las obras iban a empezar por Areal, pero Patrimonio las dejó en suspenso hasta conocer a fondo qué restos hay en el subsuelo. La situación provocó que se invirtiese el orden. Además el Concello ignoraba la existencia de un viejo túnel de Renfe frente a la iglesia de Santiago de Vigo. Inicialmente la obra arrancaba allí, pero se desplazó hasta el cruce con República Argentina.