La cifra de fallecidos por la gripe y sus complicaciones no deja de incrementarse. El último boletín de vigilancia de la gripe, publicado hoy pero con datos a día 4 de febrero, refleja que las muertes superan ya el centenar. En concreto, serían 107 los éxitus contabilizados por la Consellería de Sanidade.

Tampoco la cifra de ingresos ha menguado. Con los registrados en la semana analizada se superan ya los dos mil (2.141), en dos de cada tres casos con virus de la gripe B, una novedad con respecto a años anteriores. En la actualidad siguen hospitalizados según el parte de la Xunta un total de 427.

Otra vez se repite la tendencia que la Consellería de Sanidade lleva advirtiendo desde el principio de la temporada: nueve de cada diez pacientes ingresados durante esta temporada tenían indicada la vacuna antigripal pero la mitad no la habían recibido. Entre los fallecidos, la proporción de enfermos que tenía recomendada la inyección, bien por tener factores de riesgo para tener una gripe complicada o bien por factores de edad, la recomendación era generalizada, para todos. No obstante, de los 107, 47 no estaban vacunados.

Pese a que desde el departamento dirigido por Jesús Vázquez Almuíña mantienen la calificación de la intensidad de la enfermedad como baja, por primera vez en las últimas semanas la tendencia de su evolución no es decreciente, sino que aparece como “estable”, lo que significa que el número de llamadas al 061 se mantiene más o menos al mismo nivel. Sin embargo, los registros en atención primaria indican una tendencia al descenso con respecto a la semana anterior.

Virus B

Sanidade también aborda la patología de la gripe en su Venres Epidemiolóxico y en el documento enfatiza que la onda de gripe de esta temporada tiene “una particularidad que no se había observado en Galicia, al menos, desde la temporada 1995/1996, que es el predominio del virus de la gripe B”. Además, indican, también destacó la cocirculación temporal del virus de la gripe AH3N2, que supuso, por el momento, un tercio de las muestras positivas.

Asimismo, polo que se refiere a cómo funcionó la onda y su pico este año, el Sergas apunta que después de que los distintos sistemas de vigilancia mostrasen la cumbre de la onda de la gripe en la semana 52 de 2017 (la última del pasado año), se observó, a través del sistema de vigilancia microbiológica, un descenso en la proporción de hallazgos positivos para el virus de la gripe durante las dos semanas siguientes, para después “repuntar discretamente”. Esto, apuntan, podría explicar que el descenso en la onda, observado por distintos sistemas de vigilancia, “no fuese tan marcado como se esperaría”. En esa línea, inciden en que “de hecho, el sistema de vigilancia basado en la información facilitada desde atención primaria no mostró un claro descenso en la onda de gripe hasta la cuarta semana de este año.