"Felizmente en este país se legisla en el Parlamento y no a golpe de contar manifestantes". Con este argumento, el portavoz del PPdeG, Pedro Puy, rechazó retirar el proyecto de Lei de Saúde, dos días después de la manifestación en contra de la iniciativa.

La oposición intentó sin éxito hacer valer la fuerza de los miles de personas que el domingo salieron a la calle en contra de una norma, que reduce las áreas sanitarias de once a siete, y de los recortes que en época de crisis ha sufrido la sanidad pública. En el debate, que supone el inicio de la tramitación parlamentaria de la reforma legislativa, los portavoces de En Marea, PSdeG y BNG demandaron la retirada del orden del día del proyecto de ley para intentar consensuarlo con los agentes sociales, antes de enviarlo de nuevo a la Cámara.

El PPdeG aplicó el rodillo de su mayoría absoluta, rechazó la propuesta y además votó en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición contra la reforma. El proyecto legislativo, sí es modificada, ya será en el Parlamento. "Hoy se abre un debate y un diálogo entre los grupos y estamos abiertos a mejorar el contenido del proyecto", aseveró Puy.

En el mismo sentido se pronunció el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, quien subió a la tribuna para presentar su reforma. Confió en las "aportaciones" de la oposición y "entre todos mejorar un texto de gran importancia para la ciudadanía". Cuando la Xunta presentó la iniciativa, ya recibió miles de alegaciones de sindicatos y asociaciones, pero el Sergas no mudó la esencia de la ley. La oposición desconfía de las apelaciones al diálogo de Xunta y PPdeG.

Almuiña afirmó que "es falso que se vayan a cerrar los hospitales comarcales" por reducir las áreas sanitarias. "Se potenciarán", insistió. Por su parte, el portavoz del PP en materia de Sanidad, Aurelio Núñez Centeno, esgrimió que el PSOE en Valencia también recorta de 24 a 6 las áreas sanitarias, con el mismo objetivo que el Sergas: "Optimizar y tener más eficacia y eficiencia".

Sanidade defiende que se eliminan áreas sanitarias por una cuestión de organización y gestión. Por ejemplo, desaparece el área de O Salnés y el hospital de esta comarca pasará a depender ahora del área sanitaria de Pontevedra. En Marea, socialistas y nacionalistas ven intereses espúreos en este recorte. También denunciaron falta de personal, recortes de camas y contratos por días y horas en el Sergas, como muestra de los males que aquejan a la sanidad pública.

Las llamadas de la oposición al diálogo no tuvieron éxito. Luís Villares, de En Marea, denostó al PP por legislar en contra de la ciudadanía. En su opinión, "las mayorías sociales" , con la protesta del domingo. exigieron a la Xunta "reconsiderar" la reforma de la Lei de Saúde. Sus compañeros de escaño portaban carteles con el lema "Non a esta lei". El representante socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, consideró que el PP "haría un servicio al país si retiraba la ley y permitía abrir un debate para mejorar la sanidad pública".

La portavoz del BNG, Ana Pontón, blandió "la multitudinaria manifestación del domingo contra el deterioro de la sanidad pública" para pedir a la Xunta y al PP que dieran marcha atrás.

En el pleno del Parlamento, también se abordó el colapso de las urgencias en los hospitales, y el PP defendió que Sanidade tomó las medidas "correctas" , mientras la oposición demandaba más recursos.