-¿Siempre se sintió atraída por las ciencias?
-Sí, por las Matemáticas. Después, Física me gustó mucho. Creo que hay algo natural, cierta curiosidad mía por las ciencias. También he tenido buenos profesores en esas áreas.
-En el ámbito familiar, ¿alguna influencia especial?
-Mi padre trabaja en una gestoría, se dedica a los números. Supongo que es otra referencia. De hecho, yo nunca fui de muñecas. Desde muy pequeña me encantan los ordenadores.
-¿Cree que influyen los juguetes también?
-Influye todo. Quizás en el momento no nos damos cuenta pero los regalos que nos hacen de pequeños también influyen. Por ejemplo, a un niño se le regala un juego de Química. Quizás más a niños que a niñas. En mi caso me gustaban los ordenadores. Mis padres también apostaron por eso.
-Ya en la carrera desarrollasteis una App para traducción simultánea de lengua de signos que se llevó varios premios, como al mejor proyecto relacionado con eHealth o el Premio a la Innovación social HackForGood 2017. ¿Fue una iniciativa de un grupo todo de alumnas?
-Sí, todas compañeras. Un equipo de alumnas, que tampoco es muy común en los proyectos de la carrera. Desarrollamos una aplicación para el móvil, de interpretación de lengua de signos en tiempo real. Es un prototipo. Nos llevó tres meses hacerlo. La aplicación lee los signos que le haces a través de la pantalla del móvil y los traduce a texto. Por otra parte, también es capaz de convertir en signos lo que le indicas a través de voz. Al tratarse de un prototipo empezamos con un número pequeño de símbolos.
