Manuel Fraga acostumbraba a llenar la Plaza do Obradoiro de gaiteiros cada vez que tomaba posesión. Llegó el bipartito y Emilio Pérez Touriño cambió las gaitas por la música clásica. Cuando Alberto Núñez Feijóo recuperó la Xunta en 2009 volvió a ocupar la plaza, pero más discretamente que el presidente fundador del PP: celebró su toma de posesión con sesenta gaiteiros. Pero con la crisis arreciando con fuerza, en 2012 Galicia no estaba para fiestas y en su segunda investidura Feijóo ciñó su toma de posesión al acto institucional en el Parlamento.
Sin embargo, y pese a que desde la oposición lo han cuestionado, Feijóo ha querido recuperar esta ceremonia en la toma de posesión de su tercer mandato y lo ha hecho pese a la amenaza de lluvia. "Hay que mojarse por Galicia", proclamó en respuesta a los que le planteaban que había que suspender el acto.
Y así, bajo la lluvia, Feijóo entró en la Plaza do Obradoiro, junto a Mariano Rajoy, al son de la banda de gaitas de Ourense y arropado por centenares de personas parapetadas bajo sus paraguas. Allí se hizo fotos, dio besos, abrazos y estrechó manos hasta que apenas quedó una persona en la plaza.
