Valtalia, la muy poco conocida pyme ourensana que se encargará de la macroampliación de Sogama tras arrebatar el concurso, uno de los de mayor cuantía de la Xunta en los últimos años -el precio de salida en la licitación superaba los 400 millones de euros- a las grandes corporaciones constructoras y de servicios que operan en España, es jovencísima. Como grupo nació el 11 de diciembre de 2012, aunque sus raíces están en la fábrica de bolsas de plástico (Sogapol) ubicada en el municipio de O Carballiño que sus dueños abrieron en 2005 y en la que el sueño de crear un referente nacional en la gestión y tratamiento integral de los residuos pudo apagarse para siempre. En el verano de 2008 una chispa que saltó de las máquinas centrales se llevó por delante toda la factoría, calcinada, para espanto de los trabajadores y sus dueños. "Todos los socios tenemos muy claro que vamos a seguir con la actividad de la empresa", afirmaba, rotundo, ante el desastre, César Pereira, uno de los socios de Sogapol, gerente y administrador único del entramado que, ocho años después, da la sorpresa en la puja por el futuro del complejo medioambiental que se encarga de la basura del 94% de los concellos de Galicia.
Unas instalaciones que conoce muy bien. Parte importante de la facturación de Valtalia, más de 37 millones de euros en 2015 y un beneficio de 4,64 tras incrementarlo un 39%, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, viene de Sogama. El grupo participa en tres UTE vinculadas a la actividad en Cerceda. Tiene el 68% de la explotación de las plantas de cogeneración y termoeléctrica -un contrato de 10 años por 156 millones de euros-; el 37,5% de la encargada de operación de mantenimiento y limpieza de la planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible; y el 10% de la sociedad que lleva la ampliación del vertedero de Areosa, al que Sogama vierte parte de los residuos por su incapacidad actual para tratar la totalidad.
La suya, según la presentación que luce en su web, es "una trayectoria de crecimiento constante y sostenido". En los años de crisis, con una merma del negocio en el que trabaja por la caída del consumo, optó por "una estrategia de diversificación de sus productos y optimización del proceso productivo" para colocar "productos de calidad a precios competitivos". La "cualificación de los trabajadores", asegura Valtalia, es una de las principales fortalezas de la compañía. El número medio de empleados pasó de una treintena en 2014 a más de 200 gracias a la apertura de nuevos mercados internacionales (China, India, Canadá, Francia y Reino Unido) y la adquisición de una empresa de mantenimiento industrial y otra planta nueva de tratamiento de residuos sólidos. "Disponemos de los medios, el capital humano y el know-how tecnológico para adaptarnos a las necesidades de cada proyecto, lo que nos confiere una ventaja competitiva en la construcción y gestión de complejos medioambientales que permitan tratar residuos industriales y urbanos", explica la compañía, que se hizo con el contrato de Sogama con una rebaja del 18% -por 333 millones- y el compromiso de ampliar la capacidad de la planta hasta un 81% frente al 36% fijado como mínimo. Se enfrentó a Acciona, Ferrovial y Copasa, Sacyr y FCC, que llegó a recurrir la adjudicación por un posible "trato de favor" en la información repartida para formalizar las protestas y que el Tribunal Administrativo Central descartó.
El capital se reparte al 50% entre Invergal Development, propiedad del gerente, César Pereira, y Age Inverlas Uno, administrado por Luz María y Daniel López Pereira. A su vez, Valtalia es la suma de siete sociedades, entre las que destacan Setec Building, con casi 2,2 millones de euros de beneficio el pasado año, y Sogapol, con cerca de un millón. Son las dos, junto con Papeles y Desarrollos, a través de las que concurrió a la puja por Sogama. La previsión es seguir aumentando la plantilla, el peso de las exportaciones y las cifras nacionales.
