Con el ecuador del año ya bien pasado y las muchas dudas que llegan desde la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el cumplimiento del déficit por parte de España tanto en este 2015 como en el próximo 2016, el comportamiento de las cuentas públicas se coloca otra vez en asunto recurrente del debate político y económico. Hasta septiembre, los gastos del Estado superaron en 25.580 millones de euros a los ingresos, el equivalente al 2,37% del Producto Interior Bruto (PIB), según los datos publicados ayer por el Ministerio de Hacienda, que, ante la polémica generada por Bruselas, destaca la reducción acumulada en el último año, del 21,3%. El techo para el conjunto de las administraciones del país se sitúa este ejercicio en el 4,2%, con un contenido 0,7% en la parte que les toca en concreto a las comunidades. El sector tradicionalmente más incumplidor. En su caso, con la evolución de la ejecución presupuestaria hasta agosto, las autonomías prácticamente agotaron el límite de desequilibrio permitido. El 0,69% en medio de un escenario muy diferenciado entre unas y otras, donde Galicia de nuevo ocupa una posición aventajada tras un ajuste del déficit de más del doble que la media.
La necesidad de recurrir a recursos extra, generalmente por la vía de la deuda, para cubrir sus costes bajó entre las regiones un 25,1% respecto a agosto de 2014. En Galicia lo hizo un 56%. Desde los 232 millones de euros que alcanzó el desequilibrio de las cuentas de la Xunta hace un año a 101 millones, el 0,18% del PIB. Solo otras tres comunidades presentan una mejor evolución. Son Baleares y La Rioja, ambas con superávit del 0,23% y el 0,01% del PIB; y País Vasco, con la misma cantidad de ingresos que de gastos.
Hay ocho autonomías que están ya en límite o muy desfasadas. El déficit en Castilla y León alcanza el 0,7%; en Cataluña el 0,76%; un 0,78% en Madrid; el 0,86% en Andalucía; un 1,07% en Aragón; el 1,14% en Valencia; el 1,37% en Extremadura; y Murcia, que duplica el objetivo anual, con un 1,47%.
¿Cómo puede variar la fotografía hacia el final del ejercicio? Mucho. Las obligaciones de pago e incluso el reconocimiento de ingresos varía, evidentemente, entre las regiones y quedan cuatro meses por analizar. De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) advertía en julio que hay riesgo de incumplimiento en Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid y Navarra y que es "especialmente acusado" en Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia.
Galicia, según la Airef, no presenta peligros de desfase presupuestario. Y la Consellería de Facenda insiste habitualmente en que su meta es cumplir el objetivo. De cara el final de 2015, la Xunta dispone de un margen de 290 millones de euros hasta el 0,7% marcado. Aunque hay que tener en cuenta que el techo en 2016 se recorta al 0,3%.
El principal aliado de momento para la Xunta es la mejora de los ingresos, que aumentaron un 3,3%. La aportación de los impuestos a los productos, sin incluir el IVA, crece cerca de un 20%. Los gastos también aumentan, pero menos, un 0,9%. En ese mismo porcentaje varían las compras de la administración gallega para prestar sus servicio y un 1,8% el pago a los trabajadores. El desembolso por intereses de la deuda tras pasarse a los tipos cero del Estado se desploma un 19%.
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Los ingresos fiscales en la región crecen un 4,9%
- La recaudación de Hacienda en Galicia entre enero y septiembre ascendió a 3.990 millones de euros, un 4,9% más que en el mismo periodo de 2014. El alza está muy ligeramente por encima de la media de los ingresos totales en el conjunto del Estado, un 4,6%Como viene ocurriendo desde principios del año, los grandes impuestos no están teniendo en la comunidad un ascenso tan notable como la mayoría de territorios. La media está baja porque Madrid y Cataluña, que concentran el 70% de los ingresos fiscales, tienen subidas discretas, del 3,4% y el 3%, respectivamente.El IRPF en Galicia aumenta un 3% y el IVA un 13,1%. La otra cara está en los Especiales, que se desploman cerca de un 92%, y el de Sociedades. El gravamen que se aplica al beneficio de las empresas crece un 25,4% en el país, pero en Galicia cae un 0,8%.
