Rentabilidad. La clave con la que el director general del FROB resume el plan estratégico que se está diseñando en estos momentos para marcar la ruta a seguir con las nacionalizadas. Incluida la alternativa de que las tres, Novagalicia, CatalunyaBanc y Bankia se agrupen en un holding, a imagen de los antiguos grupos empresariales públicos, y la posibilidad de impulsar estrategias comunes entre ambas en el campo comercial y especialmente la necesaria aportación de financiación al tejido productivo. "Se estudiará esta coordinación y las sinergias que pueden producir", confirma Antonio Carrascosa en una entrevista publicada ayer por el diario El País. "Es urgente -continúa-. Hay que estabilizar las entidades nacionalizadas, que en algún caso tienen ligeras pérdidas de depósitos".

De las tres solo el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri presentó ya resultados anuales, con una caída superior a los 14.500 millones de euros en depósitos de la clientela. Una tendencia que, según el banco, logró frenarse en el último trimestre, en el que el capítulo sumó 975 millones.

En el caso de NCG, con la evolución publicada por la antigua patronal de cajas, la CECA, los depósitos registran también un alza en los últimos meses del ejercicio. Un 8,7% entre septiembre y noviembre, concretamente, aunque en comparación con el arranque de 2012 la caída es del 3,2% y de un 6,13% con respecto a noviembre de 2011. Sus responsables insisten siempre en la fidelidad de la clientela y que buena parte de las oscilaciones de la partida están vinculadas a operativa mayorista.

El director general del FROB admite que esa posibilidad de llevar a cabo una especie de integración de las nacionalizadas está sobre la mesa tras el fracaso de la subasta de CatalunyaBanc. "Analizamos alternativas con un asesor externo internacional para rentabilizar la inversión", apunta. Sin más detalles. En el sector e incluso fuentes conocedoras de estos planes, como adelantó FARO la pasada semana, insisten en que esa unión -con la opción de que se reúnan bajo el paraguas de BFA, matriz de Bankia- no sería total. Cada entidad mantendría su marca y sus respectivos planes de ajuste pactados con Bruselas -de obligado cumplimiento-, con quien evidentemente se está abordando el proceso. La creación de un grupo financiero único chocaría de lleno con la normativa comunitaria de ayudas de Estado.

En ese camino de modelar políticas comerciales conjuntas, Carrascosa sitúa a NCG, Bankia y CatalunyaBanc como candidatas evidentes a "atender la demanda de crédito, que siempre llega después de la recuperación económica". Aunque siempre con el matiz de que es necesario profundizar en las reformas, que la economía mejore y que aparezca "demanda solvente" de préstamos.

Sin más concreción tampoco que lo que hasta ahora se apuntó desde el Ministerio de Industria, el encargado de llevar las riendas del FROB considera que la utilización del Fondo de Garantía de Depósitos como garante de liquidez para los afectados de tenedores de híbridos en NCG y el banco catalán "puede ser un buen mecanismo para aliviar tensiones de liquidez para esos accionistas". Porque el canje de preferentes y deuda subordinada con vencimiento perpetuo se hará por capital. "Pero aún no está aprobado", recuerda.

Junto con ese plan de actuación para maximizar la rentabilidad de las participaciones en los bancos con ayudas -el FROB, como recoge una respuesta del Gobierno al diputado socialista José Blanco, mantiene un "seguimiento constante" del mercado para buscar el "momento óptimo" en la puja de NCG-, lo urgente en la lista de deberes es la subasta del Banco Gallego. Con la confianza en que se recibirá algo. "Sí, un valor ligeramente positivo", cuenta Carrascosa a El País. El 5 de abril acaba el plazo para las ofertas en firme por la hasta ahora participada de Novagalicia, que ofrece en su cuaderno de venta un crédito fiscal de 200 millones. El FROB prevé inyectarle unos 80 en la ampliación de capital que acaba el próximo día 12.