El sacerdote Antonio Fernández Blanco fue suspendido ayer del ejercicio ministerial del sacerdocio, apenas dos días después de tomar posesión como concejal del PSOE en el concello ourensano de A Gudiña, donde ejerció como párroco hasta diciembre de 2009.

El administrador apostólico de Ourense y obispo de Tui-Vigo Luis Quinterio Fiuza, daba a conocer ayer "con dolor" esta noticia. Explicó que Fernández Blanco tomó posesión como edil "en contra de las múltiples advertencias" que le hizo "llegar de palabra, y por escrito a través del Vicario general de Ourense y de otros miembros de la curia". El Obispado considera incompatible el ejercicio del sacerdocio con la actividad política como concejal.

Antonio Fernández Blanco declinó ayer hacer declaraciones mientras no hable con el obispo, aunque dejó entrever que continuará como edil, al declarar a este diario en una breve conversación telefónica: "Yo ya me posicioné al tomar posesión como edil este sábado". Horas después en conversaciones con miembros de su candidatura, señaló que la decision definitiva la tomará a lo largo del día de hoy, tras consultarla con sus padres, residentes en Sabugido, en el municipio de Vilariño de Conso, donde nació hace 35 años el sacerdote.

"Sus compañeros esperamos que tome la decisión de continuar, nos da igual si es sacerdotes o no, lo que nos gusta es su honradez, y su capacidad de lucha por el pueblo", declaraba ayer Ana María Morais, número 3 de la lista del PSOE en A Gudiña.

La secretaria de Organización del PSOE de Ourense, María Quintas , por su parte denuncia "presiones del PP" y sospecha que tras la decisión del Obispado hay "represalias" contra este sacerdote por formar parte de una canidatura socialista, pues "hubo otros sacerdotes que fueron concejales, y no pasó nada". Aludía a Julio Rodríguez, el sacerdote que fuera edil del PP en Castrelo do Val y que llegó incluso a presentar una fallida moción de censura contra el entonces alcalde socialista Raúl Fernández.

Antonio Fernández Blanco, de 35 años y uno de los sacerdotes más jóvenes de la provincia, fue durante 8 años párroco de A Gudiña y de otras ocho parroquias más del entorno, hasta finales de 2009, cuando el Obispado decidió trasladarlo a la parroquia de Piñor, a más de 100 kilómetros de A Gudiña, pese a las manifestaciones de sus feligreses en el pueblo y ante el Obispado, y acompañadas de un escrito con 1.200 firmas, solicitando al entonces obispo Luis Quinteiro que no le llevaran "al mejor párroco" que habían "tenido".

Antes de irse, había impulsado la rehabilitación de la iglesia Santa María da Coina en A Gudiña, para las que Antonio como llamaban los feligreses a un sacerdotes enemigo del boato, había conseguido más de 400.000 euros que gestionó directamente la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta y en cuyo reparto, por deseo expreso de Antonio Blanco, no pudo intervenir ni el Concello ni la parroquia.

Ayer tras una agitada jornada en la que Antonio Fernández terminó no contestando al teléfono ni a los conocidos, el alcalde que es desde hace 20 años regidor del PP en A Gudiña, Guillermo Lago, eludía opinar sobre la polémica, y solo comentaba: "Hai quen o quere e hai quen non;a min non me molesta. Total pouco poden facer con tres concellerios do PSOE e 1 do BNG frente os 5 do PP".