Más de un millar de profesores gallegos se acogerán este año a la jubilación anticipada, un 67 por ciento más que en 2010. La razón de este fuerte incremento es que éste será el último año en el que los docentes podrán retirarse a los sesenta años, una opción que abría la ley educativa de 1990 (Logse) pero que tras la reforma de las pensiones pactada por el Gobierno de Zapatero queda desterrada. Eso significa que para el próximo curso quedarán vacantes 1.082 plazas, a las que habrá que sumar las jubilaciones forzosas. Sin embargo, la oferta de empleo público de la Consellería de Educación solo prevé cubrir el 23 por ciento de estos puestos, es decir 250 plazas.

El curso 2011-2012 arrancará, por lo tanto, con, al menos, ochocientas vacantes en la plantilla de profesorado de los colegios gallegos. Las opciones del departamento de Jesús Vázquez serán "amortizar" la plaza y suprimirla directamente o cubrirla con interinos. "Esto contribuirá a aumentar la precariedad y la temporalidad en la enseñanza pública", se queja Anxo Louzao, de CIG-Ensino.

A pesar de las presiones sindicales para que el Gobierno prorrogue un año más la posibilidad de acogerse a la jubilación anticipada, el Ministerio de Educación no solo no ha atendido esta demanda sino que ha propuesto elevar a los 67 años la edad de retiro de los funcionarios del régimen de clases pasivas del Estado, que encuadra a la mayoría de los funcionarios docentes. De esta manera, no estarían entre el grupo de excluidos entre los que se encuentra el personal de la Administración de Justicia, de las Fuerzas Armadas y, probablemente, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que podrán jubilarse a los 65 años.

La opción de los docentes de jubilarse a los sesenta años la abrió la Logse. Bastaba con tener quince años cotizados para poder adelantar cinco años la edad de la jubilación. Esta medida se mantuvo cuando en 2006 se aprobó la Ley Orgánica de Educación (LOE). "De esta manera no solo se renovaban las plantillas sino que se permitía crear empleo", defienden desde la CIG.

En Galicia se estuvieron acogiendo a las prejubilaciones entre el 25 y el 33 por ciento de los profesores de más de sesenta años. En 2009 fueron 531 los que solicitaron el retiro anticipado. En 2010 la cifra ya creció hasta los 648, pero este número se disparó hasta los 1.082 este año, según los datos aportados por la Consellería de Educación, tras cerrarse el plazo para presentar las solicitudes el pasado 15 de marzo.

La CIG calcula que a estas prejubilaciones habrá que sumar otro centenar de vacantes que quedarán por causa de los retiros de docentes que ya han cumplido los 65 años.

A pesar de ello, la Consellería de Educación ha decidido no convocar nuevas plazas de profesor de Secundaria para el próximo curso y ofertar solo 100 para para Educación Infantil y 150 para Primaria.

Las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno de Zapatero han puesto límites a la cobertura de vacantes en las administraciones públicas. La tasa de reposición se ha fijado en el 10 por ciento, aunque en la educación se permite llegar al 30 por ciento.

Si se tienen en cuenta las 1.082 prejubilaciones, Educación solo cubrirá el 23 por ciento de las plazas vacantes, aunque este porcentaje será más bajo puesto que no se tienen en cuenta los retiros de docentes con 65 años.