"Ya no tenemos dinero para cubrir el recibo del mes de marzo. Estamos con la soga al cuello, ¡bajo mínimos!", explica el secretario y encargado del comedor del colegio público Chans de Bembrive en Vigo, Fidel Taladrid. Allí, gracias a la confianza de un proveedor de la zona que suministra el 80% de los alimentos, la despensa de la cocina sigue llena. Eso sí, la deuda de la alimentación diaria de los 230 alumnos asciende "a más de 13.000 euros", asegura el responsable, que lleva al frente del comedor durante veinte cursos y en el centro desde 1985. "Los proveedores saben que van a cobrar y por eso se fían, pero esto nunca había pasado".

El retraso en el ingreso del cheque de la Xunta a los comedores escolares, que siguen sin ver un céntimo de las ayudas para el primer trimestre de 2010 (deberían de ser abonadas en marzo) no ha producido medidas drásticas en los nueve colegios de gestión directa en Vigo. Es decir, no siguen campañas como la emprendida en algunos centros de A Coruña de cambio de menú por bocatas. Pero aún así y tras los malabarismos en las cuentas, hay centros como el de A Carrasqueira que ya suman hasta 25.000 euros en la factura de los alimentos adquiridos desde enero. En caso de optar por medidas tan "drásticas" como la citada, deberían de consultar antes al Consejo Escolar, matizan.

La comida seguía saliendo ayer humeante de los fogones puesto que la buena alimentación de los alumnos es una prioridad para los nueve centros de gestión directa en la ciudad y, por tanto, los más afectados: Sárdoma-Moledo, Ramón y Cajal, Picacho, Lope de Vega, A Carrasqueira, Tintureira, Ría de Vigo, Chans e Iglesia de Valadares. Pero el retraso está provocando distintos grados de malestar entre los gestores de los comedores y también entre el personal de ayuda de las cocinas –que en algunos casos se compone de hasta diez personas–.

Los centros más afectados son aquellos con elaboración propia de los platos y con cocina. Los que se abastecen a través de catering –otros nueve en Vigo– no se están resintiendo porque es la Xunta la que paga directamente a las empresas, aseguran desde colegios como la directora del Cristo de la Victoria, que sigue este sistema.

En otros puntos de la geografía gallega, como la zona del Deza algunos centros se las arreglan desviando partidas como la de reparaciones para comprar comida.

"La situación empieza a ser preocupante. Los menús siguen igual pero miramos todos los días la cuenta a ver si pagaron", explica algo asfixiada Begoña, la encargada del comedor del colegio Ría de Vigo. En este centro han optado por tirar del remanente del año pasado, pero urgen "si no nos pagan ya, no sabemos qué hacer". Sí han ingresado, sin embargo, la beca del comedor que paga por alumno la administración local. La fianza que mantienen ellos con la empresa de suministros "Serunión es de unos 10.000 euros. Se valen de las cuotas que pagan los padres.

"En nuestro centro tenemos un fondo que nos permite maniobrar sin mayores consecuencias", asegura el director de A Carrasqueira, Carlos Agulla. "Sabemos que todo es consecuencia de la crisis y que es un problema económico de administración, pero en conjunto se nota un retraso en las previsiones de cobro de aproximadamente un mes", razona. Es el caso en los que la deuda a los proveedores asciende a 25.000 euros.

Mejor es la situación del centro de educación infantil Lope de Vega, donde la directora Elisa Moreiras explica que las arcas de la alimentación apenas se han visto resentidas del consumo de sus 550 alumnos. "No tenemos deudas a los proveedores porque tenemos otros fondos, pero espero que nos lo ingresen ya", asegura.

En el análisis que los responsables de los centros hacen de la situación hay opiniones para todos los gustos. La directora del Lope de Vega asegura que "no es que sea una cuestión de unos gobiernos u otros; desde hace tres o cuatro cursos las ayudas se envían por trimestre, no al mes, y lo cierto es que desde el pasado 26 de marzo nos extraña muchísimo que aún no nos hayan ingresado". "En justicia y con respeto, hay que decir que el retraso no se debe a cuestiones políticas", matiza el responsable Carlos Agulla.

Las responsables de la Federación de asociaciónes de padres y madres de Vigo (FOANPAS), que gestionan 31 centros públicos de Vigo en estos momentos –en 18 de ellos los comedores dependen directamente de la Xunta– se muestran convencidos de la necesidad de adelantar los pagos a los centros, aunque aseguran que aún nadie se dirigió a ellos directamente para tramitar una protesta, según la portavoz, Bertila Fernández.