Era habitual que a Manuel Fraga se le llenaran los ojos de lágrimas en algunos de sus discursos, sobre todo al hablar de su dedicación a Galicia. Algo de esta emotividad parece haber heredado su sucesor, Alberto Núñez Feijóo. Así la firmeza que caracteriza al actual líder del PPdeG flaqueó ayer por un momento al recordar sus inicios en la política.

"Confiaron en un chaval...", comenzó relatando Feijóo, "que hasta los diez años no conocía nada más...", prosiguió el dirigente popular haciendo una pausa y ya notablemente afectado, "que una aldea de Ourense". Estas últimas palabras sonaron ya ahogadas por la emoción, al tiempo que, de fondo, se escuchaba una música melódica que acentuaba aún más la intensidad de sus palabras. El escenario en el que el líder del PPdeG casi se deja arrastrar por el llanto fue en unas jornadas organizadas por los jovenes del Partido Popular.

No era la primera vez que Feijóo reivindicaba ser "un rapaz de aldea". De hecho, saca a colación sus orígenes -es natural de Os Peares, en Ourense- cada vez que alguién le echa en cara que representa a un sector del PP más urbano, denominado del birrete, frente a los de la boina.

"Hace veinte años algunos confiaron en un joven que no llegaba a los treinta", les explicó Feijóo a los cerca de 600 jóvenes congregados en Santiago. "Presidente, presidente", le gritó el auditorio. De nuevo emocionado por estas palabras tuvo que interrumpir su discurso unos minutos.

Ya repuesto rememoró en tercera persona el "empeño" de sus padres para que estudiara -es licendiado en Derecho-. "En la familia no había ningún universitario", aclaró. "Confiaron en ese joven y ahora que ya no es tan joven tiene que cumplir con el reto más importante de su vida", explicó en relación a las próximas elecciones autonómicas.

Tras bromear con que es "discutible" que siga siendo joven, ya que tiene 47 años, Feijóo hizo suyo el "inconformismo cosustancial a la juventud" y animó a los jóvenes a mantener esta actitud para"recuperar la confianza" y "cambiar la emigración, el paro y el subempleo por oportunidades, trabajo y salario".

Así, recordó que vivió en primera persona "la preocupación por el paro" cuando su padre, siendo él más joven, se quedó si trabajo.