El presidente Zapatero dio ayer la callada por respuesta a los periodistas que a la salida del Congreso le preguntaron si se siente solo ante el creciente malestar que sus medidas contra la crisis están causando entre los socialistas. "Solo, no. Yo estoy a su lado", dijo el ministro José Blanco, quien negó que haya desánimo y afirmó que al PSOE sólo le preocupa salir de la crisis.

Las referencias de la prensa al aumento de las voces críticas en el PSOE con Zapatero no paran de crecer desde que el ex vicepresidente Solbes abandonara esta semana su acta de diputado. Los nervios han aflorado en el partido. La dirección del Grupo Socialista ha retado a los rebeldes a "dar la cara". El propio Blanco dijo que desde fuera "lo que se pretende es enredar".

"Los modos presidencialistas" de Zapatero y "la creciente sensación de que actúa con imprevisión y ligereza frente a una de las crisis económicas más graves de la Historia está comenzando a pasarle factura" entre los electores y los miembros del PSOE, dice "El País". "Los dirigentes socialistas que discrepan del imprevisible contorsionismo del jefe del Ejecutivo no están teniendo otro camino que el silencio resignado o el abandono de la política", añade, tras señalar que el malestar se ha multiplicado porque Zapatero ha desmantelado los espacios para el debate interno.

"«En el partido hay preocupación", reconoció el presidente del PSOE, Manuel Chaves, quien pide que el Gobierno presente una hoja de ruta clara frente a una crisis muy grave que "ha provocado más debate interno". En el Pleno de ayer Zapatero respondió a la oposición que él cambia de criterio porque en el PSOE "hay opiniones".

El ex vicepresidente Alfonso Guerra declaró no tener constancia de críticas internas y señaló que la renuncia de tres ex ministros a su escaño no tiene nada que ver con el pretendido malestar que recoge la prensa. Sobre el desánimo y las discrepancias entre los socialistas, dijo que el error está en la "costumbre" de los partidos de incluir a sus ministros en las candidaturas y cuando dejan la cartera lo habitual es que "no quieran seguir siendo diputados"». Esto "no tiene nada que ver con todo lo que se está fraguando periodísticamente", concluyó.

El portavoz de Economía, Francisco Fernández Marugán, no cree que haya malestar con Zapatero, aunque "algunos compañeros" querrían dar prioridad "a unas cosas más que a otras". "Siempre ha sido legítimo y bueno" que haya opiniones diferentes, pero no se trata de cuestiones "de fondo", añadió. La ex titular de Cultura Carmen Calvo dijo que la marcha de los tres ex ministros (Solbes, Sevilla y Molina) se está utilizando para apuntalar la tesis de que en el PSOE hay división y atacar al Gobierno porque "la política es muy carroñera". La dirigente del partido Elena Valenciano reconoció que hay preocupación y consideró normal que haya inquietud.