José Crespo se mostraba ayer muy satisfecho por los resultados de las elecciones, en las que su partido subió 510 votos con respecto a diciembre. El PP ganó en todas las mesas y sumó más apoyos en 34 de las 39, llegando en parroquias como Anzo a contar con el respaldo de ocho de cada diez votantes. Crespo resalta la escalada de su partido frente a la caída de 788 sufragios en los demás partidos que habían concurrido en los comicios de diciembre. Cree que el electorado apostó por la "estabilidad" y vería positivo para España un gobierno de Rajoy respaldado por el PSOE.
-¿Esperaba lograr esta escalada de más de medio millar de votos con respecto a la llamada a las urnas de hace seis meses?
-Ni sí ni no, no le puedo decir. Lo que veía era un ambiente favorable y que quizá podíamos sacar un resultado mejor, pero ya teníamos un 53 por ciento de los votos. Ya partíamos de un resultado bueno y mejorarlo parecía difícil. Satisfactorio para nosotros que subimos, creo que somos de nuevo el concello de España de primera categoría con más apoyos, y no para los demás, que bajaron.
-¿A qué atribuye la caída de votos de los demás partidos, a excepción de la anécdota de Ciudadanos?
-Es difícil poder dar una causa acertada. Hablamos desde el punto de vista de suposiciones y por ahí podemos suponer que la gente vio lo que pasó en estos seis meses, luego lo que ocurrió en el Reino Unido... Algunos que votaron a otras opciones decidieron reconducir su voto hacia el PP porque le aportaba más tranquilidad y estabilidad. Quizá nos vieron como refugio para cambiar el voto de otra opción hacia la nuestra.
-Este balance no es extrapolable a unas municipales, pero, ¿cree que su partido tendría hoy mejores resultados que hace un año?
-No se sabe. Creo que nosotros no íbamos a sacar peor resultado, pero lo que está claro es que las encuestas son un cuento chino. Y en estas generales fue el descalabro absoluto, incluso con las israelitas. Los sondeos demoscópicos son una carallada, solo valen para quitar el dinero para los que las hacen. No sé qué pasaría si hubiese hoy municipales, porque lo que digamos nosotros o mis contrarios sería una falacia.
-El apoyo mayoritario en Galicia coloca al PP en una buena posición para las autonómicas...
-Sí, de alguna manera encarrila muchas cosas, porque sabemos que tenemos muchas dificultades para pactar y sobre todo viendo que la coyuntura de lo que pasaba en España, luego se repetía en Galicia. Aunque no tienen nada que ver con las autonómicas, sí es verdad que afrontamos la recta final del gobierno de la Xunta con un razonable optimismo. No creo que el líder del PP en Galicia tenga un rechazo por parte de algún colectivo que tenga mucho peso en el país, pero queda trabajo por hacer y Feijóo debe hacer un planteamiento para tiempos complicadísimos y no hay que dejarse llevar por la euforia, porque la mejor forma de perder unas elecciones es la confianza. Tenemos un líder solvente, que aporta tranquilidad y confianza y eso es muy importante.
-¿Quién gobernará en España?
-(risas). Es algo complicado de saber. En este primer momento vi en los telediarios a Podemos, que vive sin vivir en él porque no contaba con lo que le pasó... El PSOE sigue diciendo que ni siquiera se abstendrá para la investidura del PP y Rivera que con Mariano que nada. Está el melón abierto y hay varias opciones; o que dejen gobernar al PP o que se junten todos contra nosotros, pero eso sería una auténtica tropelía. No creo que se atrevan, si son partidos serios. Rajoy hoy -por ayer- tendía la mano a todos los partidos, sobre todo al PSOE, pero no sé. Si se diese el sorpaso sería otra cosa, por eso creo que para el PSOE no sería negativo pensar en España y favorecer el gobierno del PP, porque pasado mañana les puede pasar a ellos. Deberían mirarse en Felipe González o en José María Aznar, que llegaron a gobernar con apoyos puntuales.
-Tras su experiencia previa en la Cámara Alta, ¿tiene en mente algunas iniciativas para la comarca?
-Mi experiencia es corta, sí tengo una idea de cómo funciona. Hay que ver qué me encomiendan y si voy a estar en la comisión de Fomento otra vez. Intentaré defender todo lo que tenga que ver con la zona norte de la provincia. Hay temas pendientes como la mejora de la carretera en Ponte Vilariño, en Cadrón, el apeadero del tren en Botos o las aceras en Bendoiro. En Lalín conozco yo más los temas y en los demás concellos me pondré a disposición de los alcaldes de todos los partidos. Me gustaría representar a esta zona norte, porque es mi obligación, porque me conviene y porque no soy un vago político; no voy a ir allí a cruzarme de brazos. Iré a defender lo que represento, sino me sentiría frustrado, porque no me gusta estar de florero en ningún sitio y tampoco en el Senado.
