Las inspecciones técnicas de vehículos (ITV) serán más exhaustivas, restrictivas y difíciles de aprobar. Lo manda una normativa impulsada a nivel comunitario y lo anticipan los talleres, que prevén un incremento de suspensos. Estos test entrarán en funcionamiento el lunes 21 de este mes, y cientos de conductores han optado por adelantarse a la fecha de revisión para esquivar los nuevos requisitos. "No tendrían por qué, ya que hasta septiembre las inspecciones sobre emisiones contaminantes serán meramente informativas", señala José Manuel Rodríguez Simón, gerente de la Asociación Autónoma de Empresarios de Talleres de Reparaciones de Vehículos de Pontevedra (ATRA). Lo cierto es que en la provincia ya no hay hueco para pasar la ITV antes del día 21, como se podía comprobar ayer en el servicio de cita previa de Supervisión y Control, concesionaria del servicio en Galicia. En ninguna estación. Tampoco para autobuses o vehículos de transporte de mercancías de más de 3.500 kilos.

Es posible adelantarse a la fecha de vencimiento de la ITV (en casos de coches nuevos o de más de cuatro años), aunque hasta ahora el plazo de validez de las inspecciones empezaba a contar a partir de la fecha del examen (si el resultado fue aprobado). A partir del lunes 21 habrá una mayor flexibilidad: si la ITV caducaba en julio y pasó el test un mes antes, el periodo de validez seguirá contando en julio. Si el vehículo no pasa la prueba (desfavorable o suspenso), tendrá un mes para repetirla en otra estación técnica (ahora es obligatorio volver a la misma). Asimismo los usuarios que compren un vehículo en el extranjero no tendrán que pasar una inspección nada más entrar en el país, como hasta ahora, ya que el certificado de aprobado de cualquier país de Europa servirá también para España. De media son en torno a 5.000 los usuarios que cada año importan un vehículo en Galicia, según los registros oficiales.

Aunque la dureza de las pruebas no empezará a ser vinculante hasta septiembre, se da la circunstancia de que ayer era en las comunidades con el parque de vehículos de mayor antigüedad donde había más problemas para conseguir una cita antes del día 21. Era el caso, además de Galicia (con una edad media de casi 13 años), de Asturias (con disponibilidad para un único día, el 16, en el Nalón) y de Castilla y León (con el cartel de completo o alta ocupación en Zamora, Ávila o Salamanca). De hecho la gallega es, solo tras la asturiana, la comunidad con mayor tasa de suspensos en la ITV, circunstancia que los talleres, distribuidores de vehículos y los propios inspectores achacan a la elevada edad de los turismos, que apenas se ha mitigado pese a los distintos programas de renovación del parque impulsados desde el Gobierno central y alentados desde las marcas.

Según la última memoria de Supervisión y Control (2016), uno de cada cuatro vehículos gallegos no pasa las pruebas a la primera, con una tasa de rechazos del 26%. Los que más suspenden son los remolques, con una ratio de suspensos del 46%; los que mejor se comportan en los exámenes son los vehículos agrícolas, aunque van a la ITV con una edad media de 28 años. Eso sí, en las reinspecciones la tasa de aprobados sube considerablemente y los no aprobados caen al 11%. De las 1.400.222 inspecciones ejecutadas en 2016, los vehículos pasaron por los inspectores con 16 años de promedio en cuanto a su antigüedad. Los talleres, como avanzó FARO, dan por hecho que el número de pruebas no favorables se incrementará de forma notoria con la nueva normativa, que incluirán -todavía sin fecha definida- chequeos a la electrónica del vehículo y endurecerá el control de otro elementos como los airbag, el control electrónico de estabilidad (ESP) o los ABS.