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El futuro del transporte marítimo

Nogar cierra la financiación de 190 millones para construir y explotar un megapuerto en Perú

El consorcio liderado por el grupo gallego con dos socios de Brasil llevará la explotación durante 30 años de la terminal de Pisco, que aspira a ser el "hub" del sur del país

Nogar cierra la financiación de 190 millones para construir y explotar un megapuerto en Perú

El cierre de la financiación era el último escollo que le quedaba al Consorcio Paracas, liderado por el grupo Nogar, para recibir la aprobación definitiva del Ministerio de Transportes de Perú a la construcción del nuevo puerto de San Martín-Pisco, a unos 230 kilómetros de la capital, Lima, muy dañado por el terremoto que asoló la zona en 2007. El proyecto aspira a convertirlo en el hub del sur del país. En una terminal multipropósito -capacitada para todo tipo de descargas- líder en el comercio marítimo peruano y "una referencia" en toda Sudamérica" en "calidad y competitividad de sus servicios". La inversión ronda los 230 millones de dólares, unos 190 millones de euros. La compañía gallega, a través de su filial Servinoga, y sus socios -las firmas brasileñas Pattac Participaçoes y Tucumann- asumen algo menos de un tercio del coste, mientras que el Banco de Desarrollo del Perú (Cofide) les prestará la mitad. El resto del project finance se reparte entre otras entidades financieras, entre las que está, según apuntan varias fuentes, los bancos españoles Santander y Caixabank.

El pistoletazo de salida a la remodelación de la infraestructura, una de las grandes apuestas del gobierno peruano para descongestionar el puerto de Callao, el más importante del país, se ha hecho esperar. Nogar y sus aliados lograron el contrato en abril de 2014 después de presentar la mejor oferta de los cuatro candidatos que concurrieron a la licitación. El arranque de las obras sufrió varios retrasos, pero ahora está todo a punto para transformar el muelle e incrementar un 43% su extensión, hasta los 750 metros cuadrados, dentro de una superficie total en la concesión de 1,2 millones de metros cuadrados.

El plan de modernización del puerto de Pisco prevé sumar cuatro metros más al calado (14) y cuatro puestos de atraque preparados para todo tipo de buques. Desde carga sólida a granel, a pasajeros, pasando por transporte de contenedores. De ahí que el recinto vaya a ser apto para embarcaciones de tipo "panamax", aquellas que, por sus dimensiones y características, pueden atravesar el Canal de Panamá, y, por tanto, aprovechar el tirón del comercio en por el Caribe y el Pacífico con la ampliación del paso. El resto de los trabajos incluyen nuevos almacenes, la incoporación de grúas para las descargas y la rehabilitación de la sede administrativa y la zona de aduanas. Se podrán mover hasta 2,5 millones de toneladas.

Servinoga controla el 35% del capital del consorcio, que utilizó su experiencia en la gestión de otros puertos como el de A Coruña, para dar garantías al proyecto. Otros 32,5% es de Pattac. Y Tucumann dispone del 32,5% también. La sociedad podrá operar el puerto durante los próximos 30 años.

La compañía gallega, en este caso a través de otra filial, Galigrain, se encargaba hasta hace unos meses de la explotación de Paranaguá, el segundo puerto de Brasil. Lo hacía igualmente con un consorcio de mano de otros cuatro accionistas, que vendió la el operador por 770 millones de euros al gigante del transporte marítimo China Merchants Port.

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