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Auge de un mercado estratégico

La industria pesquera gallega avanza cuatro veces más que el sector alimentario español

Medio centenar de comercializadoras de productos del mar, entre las 1.000 de comida y bebidas que más facturan de España -La inversión supera los 200 millones en dos años

Hugo Barreiro

Ningún sector afronta un escenario de concentración más acusado que el de la industria pesquera, con un minifundismo que eleva el número de actores en Galicia a más de 200 empresas y una tradición familiar que ha despertado el apetito de multitud de fondos de inversión. Pero la pequeña dimensión de las empresas (ingresan, de media, menos de 30 millones) y las dudas sobre el relevo generacional no han hecho de dique: es, con diferencia, el que más crece de toda la industria alimentaria de España gracias a la recuperación de la demanda interna y al empuje de mercados como el europeo y norteamericano. Y eso que la competencia es feroz, porque en este selecto grupo de compañías figuran gigantes como Coca-Cola España, Ebro Foods o Nestlé. Pero las comercializadoras gallegas de productos del mar elevaron un 7,2% sus ingresos el año pasado; la media de toda la industria de comida y bebidas no llegó al 2%.

De acuerdo al ranking elaborado por la revista especializada Alimarket, con información adicional de FARO, hay 47 pesqueras gallegas entre las 1.000 mayores empresas del país en un macrosector que mueve más de 86.000 millones de euros anuales. A la industria de proteína marina asentada en Galicia le corresponden 5.553 millones de todo ese volumen de negocio; si tenemos en cuenta a las no pesqueras y empresas de bebidas, la facturación se eleva hasta los 7.523 millones. Es el viento de cola a nivel global el que propicia un escenario de crecimiento, con repuntes en Bolsa (Nissui, Maruha Nichiro, Stolt Nielsen, OUG Holdings) y récords absolutos de facturación entre las grandes referencias globales (Marine Harvest, Nomad Foods). En casa las noticias son también buenas, y las principales competidoras de Pescanova nunca habían alcanzado un volumen de negocio tan elevado como el de 2016 pese a la escasez de materias primas esenciales como la pota y el pulpo.

Salvo que se desmembre o la compre un fondo ya presente en la industria -no se descarta ninguna de las dos posibilidades-, Pescanova seguirá siendo inalcanzable, al menos a muy largo plazo. Su consejero delegado, Ignacio González, ha augurado que a cierre de año alcanzará el umbral de rentabilidad ( break even), aunque a nivel de ventas (1.060 millones) sigue muy lejos de cifras como las de 2013. Entonces, para obtener liquidez, dio salida a enormes cantidades de stock, no sin enojar a parte de los operadores, molestos por un exceso de oferta y caída de precios. En la clasificación de la mencionada revista la de Chapela ocupa la posición número 11 entre las empresas españolas de alimentación y bebidas. Antes de la viguesa Profand figuran tres conserveras, en proceso constante de expansión: Jealsa, Calvo (unificará sus fábricas en Itajaí, Brasil) y Frinsa. Iberconsa, Mascato y Pescapuerta (puesto 120 del ranking, quinto operador en el sector de productos del mar congelados).

Crecimiento sostenido

Este peso en el conjunto de la industria se ha reforzado con un acelerón en las inversiones, destinadas al aumento de capacidad (sobre todo con barcos, el pescado es una materia prima escasa), cuota (adquisiciones de empresas) y nuevos mercados (lanzamientos en más países y de productos para diversificar el negocio). Entre 2016 y el año en curso las principales pesqueras gallegas invertirán más de 200 millones de euros, con cuatro protagonistas claros: el Grupo Jealsa, Iberconsa, Pereira y Fandicosta. La primera ejecutó un desembolso de 78 millones el año pasado, por los 61 (en dos años) de la pesquera que dirige Alberto Freire. Esta es la compañía más dinámica a día de hoy: casi ha doblado capacidad pesquera desde la entrada de Portobello en su capital y negocia la adquisición de una factoría de procesado en el área de Vigo. Además solo el barco que construye Pereira en Malvinas supondrá un desembolso de unos veinte millones de euros, a sumar a los cuatro que pagó por Portomar. Fandicosta, obligada por las circunstancias, inaugurará a mediados de año sus nuevas instalaciones frigoríficas, a las que habrá destinado más de veinte millones (entre la construcción y el equipamiento).

Por último, y de acuerdo al mismo informe de Alimarket, ocho empresas de alimentación gallegas (cuatro de Vigo) se colaron el año pasado entre las más exportadoras de toda la industria nacional: Pescapuerta, Jealsa, Gravilla, Frinsa, Pescapuerta, Iberconsa, Profand e Ignacio González Montes.

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Los países en desarrollo, claves para el "acelerón" del pescado

  • De acuerdo a las previsiones de la FAO y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el pescado será la proteína que más crecerá en la próxima década, frente a la caída en el consumo de cereales, azúcares, leche y la subida marginal de las semillas y la carne. Los productos del mar se consumirán un 7,3% más en este periodo, con el langostino y el mejillón como especies destacadas (se venderán un 28 y 24% más, respectivamente). "El consumo de pescado seguirá aumentando con más fuerza en los países en desarrollo que en los países desarrollados, donde hay una disminución general del crecimiento del consumo", exponen ambas instituciones en su informe. Eso sí, prevén que desciendan los precios conforme vaya ganando peso la acuicultura y frente a los "máximos" que se alcanzaron en 2014. La mayor parte de la producción en granjas continuará siendo procedente de los países asiáticos, que representarán alrededor del 90% de la producción total en 2026. El gigante chino continuará siendo el productor dominante, y representará el 63% de la producción acuícola total en 2026.

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