El presidente de la multinacional automovilística francesa Grupo PSA, Carlos Tavares, y el director de recursos humanos, Xavier Chereau, se reunieron con los representantes sindicales de Opel en Alemania en un encuentro calificado de "constructivo" por el fabricante galo, con vistas a la posible absorción de la filial europea de General Motors (GM).

En este primer contacto, que se celebró este lunes, participaron por parte alemana el presidente del sindicato IG Metall, Jorg Hofman, y el presidente del comité de empresa europeo de Opel, Wolfgang Schafer-Klug, según precisó hoy en un comunicado PSA.

El encuentro, que según el grupo francés se desarrollo "en un clima de confianza y de transparencia", se dedicó a examinar el impacto de la "adquisición potencial" de Opel/Vauxhall por PSA en los acuerdos que ya existen entre ambas partes, la protección de las implantaciones y "la garantía de los empleos".

A ese respecto, PSA "reafirmó su compromiso para respetar los acuerdos existentes en todos los países europeos y a continuar el diálogo con todas las partes".

Preguntado por Efe si hay programada alguna reunión similar con los sindicatos españoles de Opel o con responsables del Gobierno español, como con Alemania, un portavoz de la empresa respondió que "no se ha previsto por el momento". El portavoz hizo notar que "Opel tiene una gobernanza europea".

En su comunicado, PSA subrayó su "voluntad de cooperar estrechamente con las instancias representativas del personal de Opel y con IG Metall para juntos encontrar la vía que permita crear con la dirección de Opel un campeón europeo con raíces franco-alemanas para proteger la empresa y sus asalariados".

De acuerdo con el presidente del comité de empresa europeo, Carlos Tavares mostró que estaba interesado en "un desarrollo sostenible de Opel/Vauxhall como empresa independiente". Un enfoque con el que Schafer-Klug se mostró de acuerdo, además de mostrarse abierto a "explorar las oportunidades de una fusión potencial".

El próximo jueves PSA presentará sus resultados financieros de 2016 y no tiene intención de hacer anuncios entonces sobre sus planes de adquisición de Opel, aunque el presidente tendrá que responder a las preguntas de la prensa sobre esa cuestión. Tavares tampoco se reunirá ese día con la ministra alemana de Economía, Birgit Zypries, que estará en París, donde será recibida por su homólogo francés, Michel Sapin, una cita que estará dominada por la posible operación PSA-Opel.

Berlín, preocupado

El Gobierno alemán ha iniciado los primeros contactos con PSA para reclamar información acerca del futuro de los trabajadores de Opel. Las autoridades alemanas, que también se han puesto en contacto con la compañía presidida por Mary Barra, se suman de esta forma a una preocupación ya expresada no solo por los sindicatos del país, sino también por la clase política de Reino Unido, donde se teme por los puestos de trabajo de la marca Vauxhall, también incluida en las negociaciones de venta.

El viceministro alemán de Economía, Matthias Machnig, ha indicado que PSA no ha ofrecido por el momento ninguna garantía acerca de la preservación del empleo en Opel. "Por ello, las especulaciones aún son prematuras", afirmó en declaraciones a la cadena de televisión ARD.

El diario alemán "Bild am Sonntag" señala que PSA tiene la intención de mantener la actividad en las cuatro fábricas de Opel en Alemania una vez haya completado la adquisición de la marca, como avanzó FARO.

En todo caso, el Gobierno alemán, según la prensa del país, se muestra especialmente preocupado, entre otros motivos porque aparentemente no ha sido informado previamente acerca del transcurso de las negociaciones. Las conversaciones, en las que Opel podría quedar valorada en cerca de 2.000 millones de dólares, se encuentra en una fase avanzada y, de completarse con éxito, acercarían al fabricante de Peugeot, Citröen y DS a Volkswagen, que se mantiene como el principal grupo de automoción de Europa.