Mano tendida, colaboración plena y apoyo máximo de la Xunta a PSA Peugeot Citroën para que adjudique nuevos lanzamientos a la planta de Vigo, el corazón industrial de Galicia, del que dependen, directa e indirectamente, algo más de 40.000 trabajadores, el 13% del PIB de la comunidad y un tercio de sus exportaciones. Lo aseguró ayer el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien acompañado por el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, inició una ronda de visitas a la sede de PSA en París y a varios de sus centros de ingeniería, que continúa hoy. Feijóo mantuvo también su primera entrevista con el nuevo patrón del consorcio francés, Carlos Tavares, al que trasladó su interés por reforzar la alianza de PSA con Galicia para que siga fabricando "vehículos en Vigo para el mundo".

El viaje se enmarca en la carrera que ha iniciado la factoría de Balaídos para adjudicarse la próxima generación de comerciales ligeros (furgonetas) que la multinacional prevé asignar a finales de este año o principios del próximo, y por la que compite también la fábrica de PSA en Eslovaquia (Trnava), cuya principal ventaja son sus costes laborales (un 45% inferiores a los vigueses). La consecución de este proyecto, bautizado de forma provisional como K9, es fundamental para el futuro del centro gallego, ya que aportaría unos volúmenes de producción anuales estimados superiores a las 200.000 unidades y se trata de vehículos con un ciclo de vida en el mercado largo (diez años). Además, por primera vez podría incluirse una tercera silueta (Citroën, Peugeot y Opel) en virtud de la alianza industrial con la compañía norteamericana General Motors (GM), como avanzó FARO.

"El objetivo es reforzar la alianza entre Galicia y PSA y mostrar el apoyo del Gobierno gallego para optar a ser sede de nuevos modelos", señaló Feijóo. "Estamos hablando de la factoría de mayor competitividad del grupo en Europa", apuntó, en alusión a Balaídos. El presidente de la Xunta y el conselleiro visitaron ayer el centro DS World en París y el complejo de innovación y desarrollo de Vélizy, el más importante del grupo. Estuvieron acompañados por directivos vigueses de la multinacional (entre ellos Yann Martin, el director de Balaídos) y conocieron la estrategia de innovación de PSA de mano del máximo responsable de investigación e ingeniería avanzada del grupo, Jean-Marc Finot (que a principios de septiembre visitó las instalaciones del CTAG en Porriño).

La jornada de ayer se cerró con la primera entrevista de los responsables autonómicos con el nuevo patrón de PSA, el portugués Carlos Tavares, quien en su primera visita a Balaídos dejó claro que todas las decisiones de industrialización que tomará el grupo a partir de ahora serán tomadas en base a criterios de rentabilidad, y no históricas ni sentimentales (PSA-Vigo fabrica comerciales y derivados de turismos desde hace 56 años). En el transcurso de esta reunión, Feijóo comprometió el apoyo total de la Xunta para que Vigo pueda captar nuevos proyectos (en concreto, el K9), y ensalzó las virtudes del centro de Balaídos y de la industria gallega del automóvil en general, como la ventaja logística que supone tener la factoría al lado del puerto.

Fuentes del Gobierno gallego indicaron que el presidente ampliará hoy el contenido de su encuentro con Tavares. Feijóo y Conde acudirán esta mañana al centro tecnológico de PSA en Poissy antes de regresar a Galicia. Por su parte, fuentes de PSA calificaron la visita de la delegación gallega de "protocolaria" y descartaron cualquier anuncio. Mientras tanto, la fábrica de Vigo parará hoy y mañana su producción en la línea de monovolúmenes a causa de la huelga indefinida en la planta pontevedresa de Trèves, que sigue sin solución (los paros cumplen una semana sin que haya acercamiento entre empresa y trabajadores). La actividad en este sistema se retomará el viernes, coincidiendo con la jornada electoral en la que se elegirá el nuevo comité de empresa del centro.