La fábrica de PSA Peugeot Citroën suprimirá al final menos empleos de los anunciados por la caída de la producción en Vigo a partir del mes de abril. La dirección del centro trasladó ayer al comité de empresa que tras varios ajustes en los talleres, el número de trabajadores eventuales a los que no se les renovará el contrato en abril rondarán los 550, frente a los 800 que se barajaban a finales de febrero. PSA confirmó pese a todo una caída de la producción superior al 40% en el Sistema 2, que monta los modelos C4 Picasso (en sus dos versiones, de cinco y siete plazas) y Xsara Picasso, y el mantenimiento de la actividad en el Sistema 1 (Berlingo y Partner).

La factoría había anunciado en febrero unas previsiones de producción a la baja a partir del segundo trimestre del año por la caída de las ventas en los países europeos, a los que exporta el 80% de los vehículos, al agotarse las ayudas públicas para cambiar de coche. La bajada de cadencia afecta sobre todo a la línea 2, que pasará de producir 53 coches/hora a 32. Para adaptar el sistema a esta nueva realidad, la factoría parará la actividad el martes y miércoles de la próxima semana, que se dedicarán a realizar modificaciones en las áreas de reparto, bordes de línea y circuitos de logística.

Pese a esta caída, la previsión de producción para la factoría de Balaídos se mantiene en los 360.000 vehículos en 2010, debido, según el grupo, a que se ha producido un adelanto en las compras por el efecto arrastre de la primas al achatarramiento de coches en Europa, que se irán agotando a medida que avance el año. En Alemania, el principal mercado de PSA-Vigo, ya no se renovaron, y en los dos primeros meses de 2010 se ha registrado un descenso de las matriculaciones del 19,5%, según los datos difundidos por la patronal europea de fabricantes de automóviles, ACEA.

Respecto al recorte de empleo en Vigo, fuentes sindicales explican que más del 90% de los 550 eventuales a los que no se le renovará el contrato -muchos de los cuales ya han recibido la carta de despido- llevan el tiempo suficiente en la factoría como para tener derecho a la prestación por desempleo. Las mismas fuentes apuntan que la factoría explicó esta moderación del impacto sobre la plantilla de trabajadores temporales (había poco más de 1.500) a los ajustes realizados en algunos talleres del centro. “Una cosa es lo que diga el papel y otra cómo sean capaces de reajustar la producción”, argumentan.

La bajada de actividad en PSA Peugeot Citroën se ha trasladado a la mayoría de proveedores gallegos de componentes para automoción, algunos de los cuales han recurrido a expedientes de regulación de empleo para adaptarse a la demanda de su principal cliente. En esta tesitura se encuentra Antolín Asientos, cuyos trabajadores votaron el lunes a favor de un ERE de suspensión de 260 días a repartir hasta julio de 2013, y que afecta a la totalidad de la plantilla (110 personas). Este proveedor de PSA había planteado en un principio 18 despidos por la caída de ventas del C4 Picasso, modelo para el que produce en exclusiva los asientos traseros.

La planta de PSA ha iniciado este año la fase de industrialización de los nuevos modelos adjudicados a Vigo (que no han sido confirmados oficialmente), en los que invertirá 1.062 millones de euros en un plan plurianual (2009-2012). Para tratar de consolidar estos lanzamientos, el Ministerio de Industria le concedió este año una ayuda de 29,8 millones de euros, la mayor subvención entregada este año a una fábrica instalada en España. Está previsto que el propio ministro, Miguel Sebastián, visite la factoría de Balaídos el próximo mes de abril.

Plan integral

La Xunta también está elaborando su propio integral de apoyo al sector de automoción, cuya presentación podría tener lugar hoy tras una asamblea del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA), a la que está prevista que asista el conselleiro de Industria, Javier Guerra. Las empresas de componentes, al contrario que Citroën, recibieron 7,4 millones de euros del plan de competitividad del Ministerio de Industria, del que quedaron fueron firmas de capital gallego como Viza Automoción y Grupo Copo.

Dentro de este plan integral de automoción, la Xunta podría recuperar el plan re-Móvete de ayudas para la compra de coches, una de las principales reclamaciones de los concesionarios gallegos, que temen una nueva bajada de las ventas por la subida de dos puntos del IVA en julio y el fin del plan 2000E del Gobierno.