La circulación por la trama urbana lalinense

Las 11 rúas de Lalín con rotación de vehículos

El ayuntamiento prevé habilitar un acceso desde la calle Z y reservar la primera planta del la infraestructura para abonados

Panorámica de la calle Areal, en la que aplicará la zona azul.

Panorámica de la calle Areal, en la que aplicará la zona azul. / Abeledo

Cada villa tiene sus singularidades y Lalín no es una excepción. En su trama urbana y periurbana, por ejemplo, no existe un solo semáforo y si en la periferia el ordenamiento del tráfico se gestiona sobre todo mediante rotondas, en el centro es la normativa de circulación la que la rige. Lalín tiene una ventaja respecto a otras localidades de tamaño semejante o incluso superior: sus anillos circunvalatorios evitan que sobre todo los vehículos pesados se vean obligados a transitar por las calles más céntricas, lográndose de este modo una mayor fluidez en la circulación. La extensión del núcleo principal–en las calles del caso residen ya más de la mitad de la población del término municipal– y el incremento del parque móvil, además del inevitable cambio en la concepción de los modelos urbanos, forzaron al ayuntamiento a aplicar un sistema que favoreciese la rotación de vehículos.

Tras estudiarse varias alternativas –la conocida como ORA con parquímetros estuvo encima de la mesa hace casi dos décadas y se mantuvo durante un tiempo– finalmente se tomó la decisión de implantar un sistema de estacionamiento regulado pero gratuito: la zona azul. Así, la administración local elaboró una ordenanza mediante la que se fijaba en una hora y media el tiempo máximo de ocupación de una plaza de estacionamiento en las calles delimitadas por zona azul. Se puso en marcha a mediados de 2006 en las dos calles que conforman en corazón de la villa, separadas por el Kilómetro 0: Principal y Joaquín Loriga. Después de un período de prueba [a lalineses y visitantes les costó adaptarse a unas normas antes desconocidas] comenzaron las primeras sanciones para los vehículos aparcados que no disponían de disco o aquellos que superaban los 90 minutos permitidos. Fueron tiempos en los que los discos se agotaban en los comercios y en la propia casa consistorial y, también más adelante, fue preciso encargar remesas con millares de unidades. Muchos ciudadanos desconocían, también, que transcurrido el tiempo autorizado el vehículo no puede volver a ser estacionado en la misma calle.

En 2010 se aprobó de golpe la extensión de la zona azul a otras cuatro calles más, aledañas a Principal y Loriga. Así, el pintado de la señalización se llevó hasta Pintor Laxeiro, Avenida Luis González Taboada, Wenceslao Calvo Garra y la actual Antonia Ferrín Moreiras [entonces calle D]. Los gobiernos a los que le tocó modificar esta ordenanza para llevarla a más rúas optaron por la búsqueda del consenso, sobre todo de los comerciantes de cada zona, evitando una confrontación y que su decisión viniese en cierto modo avalada por los propietarios de los negocios.

Más adelante la zona azul se aplicó en otras dos calles con una importante actividad comercial, precisamente por estar cerca de Ferrín Moreiras, y las señales de advertencia fueron colocadas en Alcalde Ferreiro y Pintor Colmeiro. Monte Faro y Matemático Rodríguez [esta última en 2021] fueron las últimas calles incluidas en la regulación del estacionamiento. Ahora, el grupo de gobierno acaba de anunciar que se incluirá Areal, la primera avenida que si bien confluye en el centro a través de la Fonte dos Cabalos, se trata de una calle con un tramo más periférico. El ejecutivo, que había lanzado esta propuesta a finales de febrero, la ratificó anteayer alegando que así había sido solicitado por empresarios y comerciantes de la zona mediante una recogida de firmas.

Menos plazas

La zona azul contribuyó a la rotación, no obstante en algunas calles el estacionamiento en doble fila campa a sus anchas. Antonia Ferrín Moreiras o Matemático Rodríguez son algunos ejemplos y solo la empatía de agentes de la Policía Local con personas que detienen sus vehículos un momento para recoger una compra o realizar una gestión impide que las sanciones por incumplimiento de esta ordenanza. Dejar en manos de la responsabilidad de los conductores esta norma no suele funcionar y por eso en las últimas semanas el Concello anunció que se incrementaría la presión sobre estas prácticas irregulares.

Mientras la ordenación de la circulación se confiará a un futuro y varias veces anunciado plan de tráfico, el gobierno local sigue mirando de reojo los procesos de peatonalización integrales, con rúas sin coches y reservadas para los peatones. La razón del estacionamiento no sirve en casos como la calle Loriga, que, tras su último proceso de humanización cuenta con unas seis plazas de aparcamiento libre pero regulado por la zona azul, mientras que las demás están destinada a carga y descarga. Algo semejante acontece con su conexión, Principal, a pesar de que tiene una mayor longitud. En este caso son en torno a una quincena las plazas de estacionamiento habilitadas para la rotación, con varias y amplias zonas de carga y descarga para los negocios.

Por otro lado, en Matemático Rodríguez es preciso pintar la señalización en el asfalto, borrada por el paso del tiempo, aunque sí existen señales verticales que advierten de la zona azul. Y que, por tanto, hay que cumplir con la ordenanza, como en las demás calles, de 9.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.30 horas, de lunes a viernes. Los sábados solo funciona en horario matinal y los domingos el aparcamiento es libre.

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