El grupo de gobierno, que durante cerca de una hora había desgranado decenas de cifras relativas a sus principales áreas, dejó la última parte los números de trazo grueso: aquellos que a su juicio clarifican su capacidad de gestión económica. Así, Román Rodríguez explicó que además de haber superado el Plan Económico Financiero obligado por el Ministerio de Hacienda por el elevado desajuste en las cuentas por la compra del Arena por más de 7 millones de euros, que se había arrancado el año pasado con una deuda de 8,9 millones de la que se logró amortizar 2,7. Recordó que la solvencia financiera garantiza que los proveedores cobren sus facturas en una media de 10 días y como síntoma de la ansiada recuperación económica aludió a una subida de ingresos en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). De nuevo la capacidad de gestión fue traída al discurso para dar cuenta que de un presupuesto inicial de 12,5 millones de euros la cuenta se liquidó con 17,4; es decir, se registró un incremento de 4,9 millones gracias a los fondos captados en otras administraciones. No hubo, sin embargo, alusiones a proyectos pendientes como el Centro de Alta Resolución (CAR), la ansiada rebaja del peaje de la autopista y otros proyectos que todo apunta deberán aguardar por tiempos mejores. Quizá vuelvan a plasmarse en el programa electoral de mayo.

El proyecto integral para Liñares, el Viveiro de empresas, el nuevo laboratorio de Mouriscade, y el traslado de la biblioteca a la vieja casa consistorial sí serán una realidad este curso. También la primera parte de la remodelación del Manuel Ángel Cortizo con parte de los más de un millón de euros de superávit que prevé obtenerse.