- Fue taekwondista y fisioterapeuta de la selección española paraolímpica ¿Quiénes son más quejicas: los futbolistas o los taekwondistas?
- (Ríe) La verdad es que los futbolistas necesitan muchos cuidados. Pero es que como taekwondista no vives del deporte y en el fútbol cambias cada año de ambiente, entrenador, ciudad? Esos estímulos afectan a la hora de competir y tener lesiones ¿Son más quejicas? Sí, pero también porque lo que les rodea es más agresivo: prensa, afición, dependes de un rival y de algo tan inestable como los campos o el balón?
- Ya que imita a Luisito, hágalo una última vez ¿qué diría en un momento como este?
- ¿Qué diría? Pues? Tacos aparte, nada, lo que hizo: darme un abrazo. Luisito es temperamental, pero sé que se alegra por mí. Nos tiene exprimidos al máximo y si no fuera por él no habría crecido como lo he hecho. Gracias a él tengo más personalidad.
- Los periodistas hacemos a veces de fisioterapeutas con nuestras opiniones. Haga de periodista y de un titular, una palabra, para Luisito, Lupe Murillo y el futbolista que usted elija.
- Luisito lo dicho, temperamental. La presidenta? visceral es la palabra. Porque todos sabemos lo que hizo por el Pontevedra, lo salvó. A veces, si no estás de su lado parece que estás contra ella; pero es porque es visceral, siente los colores de aquí, es de aquí. De los futbolistas me quedo con alguien que empezó conmigo: Edu, el portero. Es el futbolista por excelencia.