Le costó entrar en el equipo después de llegar en invierno, pero poco a poco, Eneko Eizmendi ha ido demostrando las enormes capacidades para la categoría de las que venía precedido. Ayer no se medía un rival cualquiera, pero el extremo vasco pareció estar jugando contra niños. Luisito le colocó en el sector izquierdo para poder encontrarse con Golobart y tanto al central como a José Ruiz les hizo pasar una mala tarde. Encaró en todas y cada una de las acciones y siempre logró finalizar el regate con éxito. En su presencia el Pontevedra encontró un generador de terror para la defensa local. Además, anotó un golazo. Le faltó definir igual en la primera parte en el mano a mano que tuvo. Fue su único lunar en un partido soberbio.