Victoria del Poio Pescamar para que la afición conservera continúe ilusionada con su equipo. Las rojillas se impusieron al Móstoles por dos goles a uno y siguen invictas en esta liga después de tres victorias y un empate.
El cuadro que entrena Marcio Santos le brindó el primer triunfo en casa a la afición de A Seca a costa de un buen oponente como el Móstoles, que hasta la fecha conocía todos sus partidos por victorias y ocupaba el liderato de la tabla clasificatoria, lugar que ahora mismo ocupan las de Poio a la espera de saber qué hacen hoy Universidad de Alicante y Atlético Féminas.
El duelo arrancó con gran igualdad. Sobre la pista se puedo ver a dos equipos bien plantados, muy trabajados y que generaron varias ocasiones para adelantarse en el marcador sin que ninguna de ellas hiciese cambiar de número al electrónico.
Cuando parecía que la contiendo iba a llegar a su ecuador sin que ninguno de los dos equipos consiguiese llevarse el gato al agua, llegó el tanto psicológico para las locales. Jessy fue la autora del tanto que permitió a las rojillas encaminar los vestuarios exultantes de alegría tras abrir la complicada lata madrileña.
Poco cambió la situación en la segunda mitad. Ambas escuadras siguieron en la misma línea de trabajo marcada, tratando de presionar a su rival y encontrar algún agujero por el que hacer daño al otro fruto de rápidas transiciones y movimiento de balón
Al filo de la media hora de juego, las de Marcio Santos volvieron a poner tierra de por medio gracias a un tanto de la guardameta Silvia Aguete, quien sorprendió al Móstoles con un disparo lejano en un momento en el que las visitantes jugaban con portera-jugadora.
Ya con el 2-0 en el marcador, el cuadro madrileño apretó los dientes para tratar de acortar distancias, algo que hicieron tres minutos después en un rápido contragolpe culminado por Inma. Este tanto solo sirvió para otorgar una mayor emoción al encuentro en sus compases finales pero la gran defensa conservera hizo posible que la victoria se quedase en A Seca y que el Poio Pescamar se aúpe hasta lo más alto.
