"Sería absurdo agachar la cabeza a estas alturas", afirmaban ayer los futbolistas del Pontevedra. El equipo coincide en explicar la derrota en el Sardinero como un problema de concentración en los primeros minutos de juego. Un error que propició el primer gol del partido, a los nueve minutos de juego, y puso en bandeja al Racing de Santander un partido al contragolpe.

"El gol lo condicionó todo", comentaron. Lo errores en las jugadas iniciales permitieron adelantarse en el marcador a los locales, de modo que pudieron disputar en su casa un partido que se les puso más cómodo de lo que esperaban. Con esa ventaja el Racing tuvo la posibilidad de esperar atrás y salir con velocidad aprovechando las carreras de Coulibaly, una pesadilla para la zaga con metros por delante. "Si hubiéramos estado serios desde el principio y teniendo la posesión en un campo así" el público también se hubiera puesto nervioso y el partido habría sido distinto. Es el sentir de los futbolistas.

Ambos tantos se produjeron en momentos clave del partido. Si el primer gol de Coulibaly inclinó el encuentro demasiado pronto, el segundo tanto, de Aquino al transformar un penalti, subió al marcador nada más regresar del descanso y echó por tierra una posible reacción del conjunto granate.

Pese a la derrota el vestuario mantiene fe ciega en sus posibilidades y sus integrantes aseguran que no se van totalmente "disgustados" porque creen que se hicieron bien algunas cosas. "Salimos desconectados", opinan, y eso tiene una solución relativamente sencilla.

El club anunció ayer la próxima oportunidad que tendrán los jugadores granates para resarcirse de lo ocurrido en los Campos de Sport de El Sardinero y volver a mostrar su mejor fútbol. Será este domingo cuando se dispute el partido correspondiente a la cuarta jornada de la Segunda División B, a las 18:00 horas. El Pontevedra recibe en Pasarón al recién ascendido Palencia

El equipo que ascendió con Santi Sedano en el banquillo, cambió de entrenador este verano. Gonzalo Arconada fue el primer elegido, pero apenas duró un día en el banquillo, pues finalmente lo rechazó. El exjugador Óscar De Paula será quien dirija al rival del Pontevedra cuando este domingo ambos equipos salten a medir sus fuerzas en Pasarón.