El Arxil sufre un nuevo revés en esta pesadilla de temporada por la que está atravesando. Ya son 18 derrotas en otras tantas jornadas. La de ayer, ante el Universitario de Ferrol, llegó de nuevo de forma dolorosa, con opciones de victoria hasta el último cuarto. Pero las de Mayte Méndez se vinieron abajo durante los últimos 10 minutos y echaron por tierra todo el trabajo que habían realizado hasta entonces.

A pesar de que les costó adentrarse en el partido, las pontevedresas neutralizaron en el segundo período la mayor parte de la ventaja que habían conseguido las locales. Y luego, tras la reanudación, la cita adquirió una competida imagen. Lo peor llegó en el último de los parciales, cuando volvieron a hacer mella los nervios, el cansancio y una presión por ganar que siempre se acaba poniendo en su contra.