La Unión Deportiva Ourense regresó con tres puntos de Trives. Era una misión ineludible para alimentar el optimismo. No fue una victoria seductora, pero tampoco peligró en ningún momento a pesar de que el índice de efectividad fue muy bajo en relación al número de oportunidades de gol. Dos saques de esquina bastaron para volver a encender el contador de puntos.

En el que supondría el primer tanto unionista, Xurxo regaló una ejecución propia de un tiburón de área. Una volea que sobrevoló el área hacia la escuadra. Tras celebrarlo con sus compañeros, porque era un tanto deseado, se fue al banquillo para dedicárselo al entrenador. Los de Antonio Dacosta estuvieron cómodos casi toda la primera parte en la amplitud del campo de Trives. Apenas concedieron ocasiones hasta el tramo final del primer tiempo y malgastaron incluso una sin portero. Fue su mayor pecado ayer. Aarón tendría la más clara para los de casa, pero Samuel la despejó con las piernas.

Con la misma moneda le pagaron a Julio Salgado a los cuatro minutos de la reanudación, tras un robo en tres cuartos de campo. Condujo la pelota hasta el área, pero no rebasó la salida de un portero que no estaría tan afortunado dos minutos después, en su intento de atrapar un córner botado por Cristian. Julio Salgado pudo rematar a placer para resarcirse.

Dacosta había tenido que dejar en el banquillo a Diego Soto, piedra angular del centro del campo. También sacó a Xaco para propiciar el debut de Senén en una posición más avanzada de lo que acostumbra. A medida que se apagaba el partido las llegadas se hicieron esporádicas. El Trives tampoco molestó demasiado, hasta que Guille se atrevió en una incursión favorecida por un rebote para marcar. Apenas quedaba tiempo para el saque. La victoria esperaba al final del viaje más largo para la UD Ourense. Le toca confirmar ahora si en Trives comenzó la escalada.