Joaquín Fernández ha sido hombre de deporte desde los 15 años hasta que lo dejó bien entrados los 80. Ahora ejerce de simpatizante, pero fue uno de los fundadores y directivos de la Agrupación Deportiva Couto y encarna a una institución del hockey, una de sus grandes pasiones. Él mismo fija su bautismo deportivo en el campo de A Lonia entre los sticks, uno de los legados de un regimiento de soldados catalanes que fomentó la práctica deportiva en la ciudad al terminar la Guerra Civil.

Joaquín Fernández posee la insignia de oro de la Real Federación Española de Hockey y placas distintivas de las federaciones gallega y ourensana. Durante seis años desempeñó las funciones de delegado de los equipos autonómicos, una etapa que también se desgrana en anécdotas, desde las concentraciones en los hoteles a la rivalidad con los equipos catalanes. Del pasado repesca la organización del primer campeonato de España en Ourense. Recuerda que tras recibirse la invitación de la federación nacional se había hecho necesario acondicionar el jardín. El Ayuntamiento construyó una pista de cemento con los laterales de madera. "Las filtraciones de la fuente hacían de ducha", rememora entre risas Joaquín Fernández.

El campeonato, que sería el primero de los muchos que se han celebrado en Ourense, tuvo un resultado exitoso, pero además recuerda que acabarían por ampliar la pista de cemento para dar cabida a las parejas que los fines de semana querían disfrutar del baile.