El fichaje del delantero argentino Joaquín Larrivey cierra la puerta al regreso de Iago Aspas, que ha dejado de ser una prioridad para el club debido al gran número de impedimentos que presenta. No es que el Celta haya renunciado a la idea de repescar al carismático artillero moañés, pero con la contratación del expunta del Rayo Vallecano el cuadro celeste se asegura la incorporación de un delantero de garantías para competir con Charles y completa su línea de ataque con la contratación del internacional chileno Pedro Pablo Hernández, por expresa petición de Berizzo, para cubrir la baja de Rafinha.

En realidad, la posibilidad de que Aspas vuelva a vestir de celeste la temporada en ciernes es más un anhelo que una opción factible, pues son demasiados los inconvenientes que presenta la operación e ingente el esfuerzo que el Celta tendría que hacer para repescar a un jugador que ahora mismo no es imprescindible. Y el propio Carlos Mouriño siempre admitió que la vuelta del moañés era un deseo más que una realidad tangible. Iago Aspas, mientras tanto, ha reiterado en diversas ocasiones que es el Liverpool el que tiene la sartén por el mango y ha dejado caer que la posibilidad de volver a Vigo era improbable a corto plazo.

A pesar de que el Liverpool ha comunicado al jugador que no entra en sus planes y le ha pedido que se busque equipo, el club inglés está decidido a recuperar en la medida de lo posible la inversión de nueve millones de euros realizada el pasado verano para comprar al moañés. Su idea es, por tanto, traspasarlo a un precio que el Celta no está, sobre el papel, en condiciones de asumir o bien incluirlo en alguna operación, como ya intentó recientemente con el Sevilla, cuando ofreció al jugador como moneda de cambio para abaratar el precio de Alberto Moreno.

A la intención del Liverpool de hacer caja con Aspas se suma otro impedimento, si cabe, mayor: el elevado sueldo del futbolista. Aspas cobra en Inglaterra 1,4 millones de euros netos por temporada, una cantidad que supera con mucho el tope salarial del club, fijado en 800.000 euros. Para su regreso al Celta el artillero moañés tendría que rebajarse su sueldo a la mitad, lo que parece del todo improbable después de haber firmado el pasado verano el que puede ser el contrato de su vida.

La remotas opciones de poder ver el próximo curso a Iago Aspas de celeste pasarían necesariamente por una cesión mediante la que el Liverpool se hiciese cargo de una buena parte del salario del jugador, algo que, de momento, los reds no parecen dispuestos a asumir. Por ahora el Liverpool está en proceso de escuchar ofertas para vender a Aspas al mejor postor.

Si finalmente no lo consigue, probablemente se avenga a prestar al jugador y ahí podría entrar el Celta, pero también en este supuesto tendría el conjunto celeste que competir con equipos que probablemente estarían dispuestos a pagar un porcentaje más elevado de su salario. En tales circunstancias, el Celta solo puede aguardar acontecimientos y, si con suerte Aspas se pone a tiro, actuar sabiendo que en igualdad de condiciones el jugador siempre le dará prioridad.