Buen ambiente y trabajo. Es la fórmula mágica desvelada por los jugadores del Alondras a su sorprendente temporada. "La piña, un buen vestuario te da muchos puntos aunque no lo parezca. Puedes fichar a 15 nombres y no tener un equipo. Nosotros tenemos un vestuario sano, con ganas, y eso se ha notado", afirma Jesús Varela, en una afirmación que comparten sus compañeros. "Antonio [Fernández] hizo un buen grupo y nos llevamos muy bien. Y luego todo llega con trabajo. Es uno de los equipos en los que he estado que mejor ha entrenado", señala Aitor Díaz. "Si hay buen rollo luego se nota mucha más solidaridad en el campo, y se superan los malos momentos", dice Martín. Para Pardavila "tiene mucho mérito que un equipo casi completamente nuevo, con mucha gente joven, haya hecho esto. Es increíble". Nadie se lo esperaba. O casi nadie. "Pardavila y Jesús comentaban de cachondeo al principio lo del play-off, pero solo por reírnos", admite Martín, pero Iván Pérez sí vio algo. "Había mimbres y si las cosas se daban podíamos aspirar a algo bonito, siempre pensando que el objetivo primordial era la salvación", señala, antes de añadir que "la labor de Antonio ha sido vital al escoger a la gente para hacer un buen vestuario. Y yo lo prefiero así".